Fuerte cuestionamiento
Afirma que Juan José Aranguren ha fracasado en su gestión y que el traspié más llamativo es la inseguridad jurídica a la que ha sometido a los principales jugadores del sector energético y con ello a toda la sociedad civil.
“A fines de 2017 liberó los precios de los combustibles líquidos; en mayo pidió renegociar con las principales compañías petroleras para que no aumenten sus precios hasta julio; en la primer semana de junio pidió que no se aplique la suba producto de la reforma impositiva; finalmente negoció un incremento con esas empresas de un 4,5 por ciento para los gasóleos y un 5 para las naftas (con el incremental impositivo incluido), además de haber previsto otro aumento escalonado para julio”, comenzó enumerando el especialista en Derecho Energético y asesor de la Asociación Estaciones de Servicio (AES), Luis Navas, reclamando la inmediata remoción del funcionario.
“Como se aprecia, no puede haber política energética cuando se incumplen y se renegocian, en el cortísimo plazo, las propias decisiones ministeriales”, argumentó.
Navas sostiene que el gobierno anterior “dilapidó los recursos energéticos mediante el atraso de todos los precios de la energía; la generación de millonarios subsidios para las clases más acomodadas y dentro del marco de una corrupción generalizada que nos hizo perder el autoabastecimiento”.
Agrega que “la inauguración de las dos plantas de regasificación de gas natural licuado (GNL) en Bahía Blanca y Escobar muestran el rutilante desastre de esa gestión con relación al principal energético de nuestra matriz energética, es decir, el gas natural. Se debe aclarar que esas dos plantas se presentaron como obras exitosas cuando en definitiva son dos monumentos al fracaso gasífero”.
En ese sentido reconoce que había que poner orden a tantos desaciertos. “Apareció, entonces, en escena, Aranguren, como exitoso ex CEO, de una compañía petrolera líder en el mercado mundial. Sus principales medidas de inicio fueron aplicar fortísimos aumentos a todos los energéticos lo que le valió un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que le hizo reconsiderar todos los aumentos, en especial los del gas natural y de la energía eléctrica porque el Ministro, sencillamente, obvió realizar las audiencias públicas previstas por ley. Adicionalmente, producto de no haber convocado a esas audiencias, la Corte le exigió, pretoriamente, hacer audiencias por el aumento del gas natural (no es servicio público) y que no está previsto en el marco regulatorio como si lo están el transporte y la distribución”, cuestiona.
Navas continúa: “El Ministro tampoco dudó en dolarizar todos los energéticos y ahora no sabe cómo salir de esa encerrona que el mismo fabricó. Ha puesto en jaque a la economía del país porque le aporta índices de inflación que no se pueden soportar, malogrando las políticas del Ministerio de Hacienda (Dujovne) y del Ministerio de Finanzas (Caputo) y del Banco Central de la República Argentina. La política energética de un país no se hace solo con los aumentos de los energéticos. Es demasiado más compleja y el Ministro en dos años y medio ha tenido una política errática de marchas y contramarchas. Los resultados están a la vista. No se pueden esconder”.
Asimismo y haciendo foco en el sector expendedor, “empresarios PYMEs, que vienen soportando estoicamente las decisiones del anterior gobierno y del actual, con la desaparición de más de 2.500 Estaciones de Servicio, no han tenido ninguna mejora en estos dos años y medio de gestión del Ministro. Siguen siendo los mismos convidados de piedra como último eslabón en la cadena de comercialización. La única medida ideada desde el Ministerio fue exigirles a todas las estaciones de país que publiquen en la página web del Ministerio, dentro de la 8 horas de producidos, los aumentos en surtidor. Cómo medida informativa para los consumidores no merece crítica. Ahora, para los expendedores resulta inútil, impráctica y con sanciones por su incumplimiento. Habría que preguntarse cuáles son los otros sujetos de la economía nacional que deben publicar sus aumentos dentro de las ocho horas de producidos”, sostiene.
“En nuestro país son contados los casos en que un Ministro renuncia por motu propio. Lo hace porque lo echa el Presidente o porque no tiene otra posibilidad. En el caso de Aranguren, ya demostró su fracaso. En la actividad privada ninguna Empresa lo hubiera soportado tanto tiempo con tantos desatinos. Si así no fuera, sino renunciara, el Presidente Macri le debe pedir la renuncia”, concluyó Navas.
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