Hace unos meses, Lucas Albanesi, dueño de la YPF Los Quirquinchos, en la provincia de Santa Fe, participó de una de las reuniones que la petrolera estatal realiza con sus operadores para fomentar proyectos sustentables. Bajo la consigna de fijarse en dónde se generan más residuos, inició un camino de investigación, creatividad e innovación y demostró que no hace falta una gran estructura ni mucho presupuesto para aportar al medio ambiente.

Lo interesante de esta iniciativa es que más allá de ser una buena estrategia de marketing, es una muestra de que las Estaciones de Servicio son lugares fundamentales para la comunidad en la que se desarrollan. Este caso es una prueba más de que no hay excusas para comprometerse con la sociedad.

¿Cómo surgió la idea de hacer jabones?

Nos dimos cuenta que lo que más descartábamos era la borra del café de la máquina y nos pusimos a investigar qué podíamos hacer con eso. La mayoría la entregaba en bolsas para compostar pero yo quería hacer algo más innovador. Entonces le pedí a Brenda Lattini, que trabaja conmigo, que me ayudara y surgió la idea de hacer jabones artesanales.

Así empezamos a probar cómo cocinar la borra, secarla, cómo trabajarla con glicerina, mezclarla con diferentes fragancias, hasta que nos gustó cómo quedó. Comentamos el proyecto que teníamos y la gente de una fábrica vieja de helados nos regaló moldes y planchas de aluminio. De esta manera llegamos a lanzar 300 jabones en la primera tanda.

Pensamos en hacer una linda presentación y primero armamos un sello para poner nuestra marca. Quisimos hacer un envoltorio que esté alineado con el fin principal de hacer algo sustentable así que averiguamos y conseguimos un papel biodegradable, plantable. Estos serán con semilla de diferentes flores como alelí, aliso y margaritas.

Una vez finalizado el producto, lo presentamos a YPF y la repercusión que tuvo nos dejó impresionados. Nos llamaron muchas autoridades de la compañía, colegas de otras estaciones, escuelas técnicas y medios de comunicación de todos lados.

¿Qué se necesita para poder llevar adelante un proyecto como este?

Yo tengo una estación chica, no hace falta demasiada inversión en dinero, ni en espacio o equipos pero sí lleva mucho tiempo. Hay muchos proyectos de sustentabilidad como huertas orgánicas o más grandes como paneles solares que están lejos del alcance de mi PyME. Pero todos podemos hacer algo desde el lugar que nos toca.

Nosotros hacemos los jabones acá en la estación. Solo necesitamos la glicerina, las esencias, entre otros ingredientes. El secado de la borra lo hacemos al sol, a veces la cocinamos un tiempo en el horno y si vemos que nos pasamos la ponemos en el freezer hasta que logramos la textura.

Una vez que está hecha la mezcla, la ponemos en moldes de aluminio para que se enfríen rápido y se desmolden fácilmente. No es nada complicado.

¿Qué piensan hacer con los jabones que produzcan?

Con los 300 que hicimos ahora, regalamos a los clientes amigos, a los empleados, llevamos al hogar de ancianos, pensamos donar también al comedor de chicos. Muchos nos piden comprar de a 2 o 3 jabones, pero la idea nunca fue venderlos. Si en algún momento lo hacemos, será para juntar dinero y donarlo al hogar de abuelitos del pueblo o alguna institución de Los Quirquinchos.

¿Cómo seguirán el proyecto?

Queremos seguir con esto. Vamos a ver si podemos sumar etiquetas y envoltorios con semillas de vegetales. Ahora YPF nos llama para dar las charlas en esos espacios de encuentro con operadores y queremos ayudar e incentivar a otros como nosotros a tomar iniciativas sustentables. También queremos seguir en esta línea para armar una huerta orgánica con los abuelos del pueblo.

Así como Lucas Albanesi, muchos operadores llevan adelante propuestas innovadoras. Lo interesante de esta iniciativa es que más allá de ser una buena estrategia de marketing, es una muestra de que las Estaciones de Servicio son lugares fundamentales para la comunidad en la que se desarrollan. Este caso es una prueba más de que no hay excusas para comprometerse con la sociedad.