Sexta suba del año
Las Estaciones de Servicio que venden menos de 250.000 litros al mes son las más complicadas, pero aseguran que el GNC y los productos de las tiendas compensarían el desfasaje y acomodarían la ecuación de la rentabilidad.
El Gobierno Nacional autorizó un nuevo aumento del 6 al 8 por ciento promedio de los precios de la nafta y el gasoil en las Estaciones de Servicio del país. Ajuste que significa el sexto del año tras el último que se dio exactamente hace un mes atrás.
Las naftas en CABA subieron 5,9 por ciento, mientras que el gasoil hizo lo propio en alrededor del 7,9 por ciento, lo que, la suma de todos los aumentos del 2022 da un incremento cercano a 60 puntos porcentuales para el primer caso y 83 por ciento para el segundo combustible mencionado.
Sin embargo, la inflación de octubre se estima que será de 6,5 a 6,9 por ciento y, por ende, el índice anual acumulado del país ya supera el 89 por ciento, según los datos de la compañía estadounidense de asesoría financiera Bloomberg (se espera la publicación oficial del INDEC). Por lo que los precios de los combustibles líquidos se encontrarían por debajo de esos números, pese a todas las alzas que llevan a lo largo del año.
¿Cómo impacta en la rentabilidad de las Estaciones de Servicio? Cristian Bergmann, licenciado en administración y especialista en combustibles, analizó el panorama y sostuvo que “hay un desfasaje entre ingresos y egresos, lo que pone en jaque la rentabilidad de los operadores”, principalmente para aquellas que venden menos de lo necesario para alcanzar el punto de equilibrio.
“Estamos en un contexto donde la ecuación de ingresos y egresos del negocio estacionero venía con fuertes desequilibrios, porque la corriente de costos se recompuso en virtud de la inflación. Y en algunos casos, en lo referido a insumos importados, los reacomodamientos fueron por encima de la inflación en función de la restricción de acceso a dólares. Pero el rubro pudo subsistir y sobrevivir, el empresario estacionero está acostumbrado a este tipo de vaivenes en la economía argentina, con lo cual debió recurrir a ahorros y descapitalización, pero sorteó esta situación, salvo aquellas estaciones que venden menos de 250.000 litros por mes”, explicó en conversación con surtidores.com.ar.
“No obstante, hay una salvedad, ya que lo único que corre detrás de la inflación son los combustibles líquidos, pero no así el gas natural comprimido ni los productos en las tiendas de conveniencia, con lo que se debe analizar el panorama completo para la rentabilidad estacionera”, aclaró.
Con ello hizo referencia a que el resto del negocio expendedor, mediante el GNC y elementos de los shops, podría acomodar la ecuación de la rentabilidad y “compensaría” los desequilibrios que se dan entre los valores de los combustibles líquidos y la inflación.
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