Días atrás, Paola Argento, líder de diversidad de YPF participó en uno de los paneles de Ámbito Debate, “Equidad de género”. Ella comentó que en solo 4 años, hay comportamientos igualitarios que ya permearon en el ámbito de la actividad y, lo que antes resultaba extraño y reticente, con preguntas de empleados como “¿Por qué tenemos que hacer esto?”, hoy están naturalizadas.

La ejecutiva afirmó: “Hay una nueva construcción profunda de lo que es la identidad de género y estamos en el medio de ese proceso. Es difícil tener una perspectiva real de resultados todavía”.

Las mujeres del sector que hoy son dirigentes, vienen trabajando desde hace décadas en Estaciones de Servicio. Ellas consiguieron encontrar su lugar dentro de este mundo y lo lograron por su capacidad y trabajo diario. Pero existe una realidad indiscutible que se da en toda la sociedad y Argento lo describió: “Ya no hay prejuicios de fatalismos cuando una mujer asume un cargo porque lo diferente radica en la perspectiva, no en amenazas. Hoy hay una situación más equitativa, innovadora que trae beneficios y mejores ambientes laborales”.

El equipo que integra la comisión directiva de la Federación de Expendedores de Nafta del Interior (FAENI), incluye a 4 mujeres y muchas otras que cumplen roles de asesorías: legal, contable, en recursos humanos, etc. Para Patricia Sztejfman “el rol de la mujer en este trabajo es el rol de la mujer en la vida”. “Particularmente, las mujeres de esta Federación tenemos un perfil en el cual la firmeza, el respeto, la humildad y el acompañamiento están presentes como valores fundamentales”.

Ninguna de ellas tuvo malas experiencias en sus trayectorias y coinciden en que hacer énfasis en la condición de género para obtener un cargo, es una forma de desvalorizarse. Proponen que lo principal es demostrar profesionalismo, autoestima y convicción como cualquier compañero o compañera.

La dirigente de FAENI comenta que en la provincia de Santa Fe, la mayoría de las PyMEs de combustibles son emprendimientos familiares donde siempre existieron mujeres y hombres que elegían seguir el negocio o no, indistintamente. Asegura que para mejorar las posibles situaciones de desigualdad en ambientes de trabajo, la clave está en “reconstruir identidades” en toda la comunidad.

Más allá de las diferentes posturas en cuanto al cupo femenino, el punto de encuentro radica en la idea de que las oportunidades de participación sean iguales para todos y que haya un acompañamiento desde los líderes (tanto mujeres como hombres) en las iniciativas. Como dijo Argento: “Que la diversidad de género no sea una imposición, sino algo valorado que sume creando intercambios y respeto”.