El autoservicio de combustibles, que ha permitido a los usuarios llenar sus tanques de manera más económica, enfrenta una posible prohibición en España. El motivo radica en el Reglamento General de Circulación, que establece que solo los trabajadores están autorizados a realizar el suministro.

Desde su aparición en ese país en 2013, las Estaciones de Servicio automáticas han crecido notablemente. Según datos de la Asociación Nacional de Estaciones de Servicios Automáticas (AESAE), el número de estos establecimientos ha pasado de 1.033 en 2020 a 2.100 a finales de 2023, lo que representa más del 20 por ciento del total de 12.100 estaciones en el país.

Destacan que es posible el autoservicio de combustibles sin prescindir de los playeros

El funcionamiento del sistema es sencillo: los usuarios cargan combustible y realizan el pago a través de tarjeta. Esta modalidad permite un ahorro de entre un 10 y un 20 por ciento en el precio, además de ofrecer un servicio disponible las 24 horas del día. Sin embargo, la reciente modificación de la normativa ha generado preocupación en el sector. Según se establece, podría acarrear sanciones de hasta 100 euros para los usuarios que utilicen el surtidor por propia voluntad.

Las implicaciones de esta regulación son significativas. Si las estaciones deben contratar más personal para cumplir con la ley, es probable que se produzca un aumento en el precio del combustible, afectando directamente a los consumidores. Este escenario podría llevar a muchas expendedoras a replantearse su modelo de negocio, con el riesgo de que las opciones más económicas desaparezcan.

Al respecto, desde el sector afirman que las estaciones de autoservicio han democratizado el acceso al combustible, permitiendo que los consumidores elijan opciones más asequibles. Además, sostienen que la regulación debe adaptarse a las realidades actuales del mercado, donde la eficiencia y el ahorro son esenciales para los usuarios.

En este sentido, los empresarios sostienen que la posible prohibición de la modalidad de autoservicio podría representar un retroceso en este avance, limitando las opciones disponibles y afectando el poder adquisitivo de los clientes.