Réplica a funcionario
El Asesor Legal de AES, Luis María Navas, opinó en relación a la edición de Surtidores.com.ar en la cual se reflejó la palabra de Gerardo Rabinovich, actual funcionario político del Ministerio de Energía y Minería, en el sentido que el precio del GNC debe equipararse al de los líquidos.
Esta apreciación confirma la del ex Secretario de Energía Jorge Lapeña, actual Director de ENARSA, que allá por el mes de Mayo de este año opinó en igual sentido. Tanto Lapeña como Rabinovich son los máximos referentes del Instituto Argentino de la Energía “General Mosconi”. Este instituto operó con fuerte oposición a todas las medidas de sector energético del anterior Gobierno y jamás se advirtió, por lo menos públicamente, un desprecio de tal magnitud hacia el GNC.
Decir que el precio del GNC debe equipararse al de la nafta o al de los líquidos es declarar la muerte del GNC.
¿Quién estaría dispuesto a convertir su auto a GNC con estos anuncios? La respuesta es simple: nadie.
El consumo de gas natural para GNC es constante durante todo el año. Consume por igual de Enero a Enero y es menos del 10 por ciento del consumo total.
El GNC es consumido por taxis, remises, utilitarios, particulares, que han lo han adoptado por su precio y su seguridad por más de 30 años. Adicionalmente es mucho menos contaminante que los combustibles líquidos.
Alrededor del crecimiento del GNC se realizaron inversiones millonarias. Basta citar las estaciones de carga de GNC en alrededor de U$D 1.000.000.000 (mil millones de dólares), tomando un promedio de U$D 500.000,00 por estación. Se le agregan las inversiones, también millonarias, que han hecho fabricantes de compresores, cilindros, productores de equipos (PECs), talleres de montaje, y los propios consumidores al reconvertir su vehículo.
Todas estas millonarias inversiones, que ya están en el país, corren el riesgo de evaporarse como se evaporaron más de 2.000 estaciones de servicio que expendían combustibles líquidos durante la década pasada.
La diferencia central entre el actual Gobierno Nacional y el anterior, es que ahora se puede conversar y los funcionarios reciben los reclamos de los empresarios.
Por lo tanto no debemos dejar pasar por alto opiniones de funcionarios de segundas y terceras líneas que atentan definitivamente contra toda la industria del GNC.
Es hora que todas la cámaras del sector, estaciones de servicio, productores de equipos, fabricantes, importadores, taxis, remises, gestionen audiencias en conjunto o separadas con las más altas autoridades a nivel nacional para que tomen conciencia que no se pueden quemar más de treinta años de continuo desarrollo.
Dr. Luis María Navas
Asesor Legal de AES
Especialista en Derecho Energético
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es increible que estos funcionarios de origen radical esten dando este tipo de anuncios. Lapeña fue Secretario de Energia de Alfonsin y Alfonsin fue el presidente que inauguró el GNC en la Republica Argentina.
El GNC se gestó en la Dictadura, lo inició el gobierno Radical de Alfosin, se creció fuertemente durante el Gobierno de Menem y se consolidó con los posteriores hasta convertirse en un energético mas, alternativo del principal que es la nafta para vehículos livianos.
Las Estaciones de Servicio se vieron beneficiadas por el desarrollo de GNC en la Argentina, generándoles un ingreso importante a la Operadores durante muchos años – a veces por encima de lo que les representaba la venta de Combustibles Líquidos. Es un rubro fundamental para la existencia de muchas de ellas, aunque si en el último año hayan sufrido una merma importante en la capacidad de despacho histórica de estas EESS, siguen generando beneficios al inversor y a los trabajadores vinculados al despacho y empresas de servicios afectados a la actividad.
“¿EL PRECIO DEL GNC DEBE SER EQUIPARADO AL DE LAS NAFTAS?”
Disiento totalmente de la opinión del Ing. Jorge Lapeña (ex Secretario de Energía de la Nación, actual directivo de ENARSA y Presidente del IAE Gral. Mosconi y del Ing. Gerardo Rabinovich funcionario del Ministerio de Energía de la Nación y Vicepresidente 2º del IAE Gral. Mosconi.
Es ABSOLUTAMENTE ABERRANTE, que dos Profesionales de la Ingeniería y funcionarios públicos realicen estos tipos de declaraciones (ver al final de la nota), en contra posición del rumbo que tomas países del primer mundo ya sea en Europa o América del Norte y países en vía de desarrollo donde se están desarrollando las CARRETERAS AZULES que emplean combustibles como el GNC, GNL, GNCR, BGNL, etc., lo que son menos contaminantes y mucho más económico, factores FUNDAMENTALES para disminuir notablemente el Valor Agregado a la materia prima y convertirla en materia elaborada competitiva gracias a que el FLETE de un punto a otro no es influyente por utilizar este tipo de Combustible. Me cuesta pensar que estos profesionales guarden intereses OSCUROS, Que DE SER ASÍ los calificaría como TRAIDORES a la PATRIA.
DISCREPO con estos dos colegas fundamentalmente por cinco principales motivos:
1. Argentina cuenta con 24 cuencas Gasíferas de las cuales solo 5 están explotadas y ello se comprueba, fácilmente, con saber que de momento, solo 2.000 pozos de los 55.000 que hay, están conectados. Hay muchos pozos en el país que no están conectados al sistema de gas (redes transporte y distribución). Hoy la TECNOLOGÍA EXISTENTE en nuestro País permite perfectamente la EXTRACCIÓN, UTILIZACIÓN E INYECCIÓN AL SISTEMA del Gas y tanto Lapeña como Rabinovich, ESTÁ TOTALMENTE EQUIVOCADO al decir que no contamos con Grandes RESERVAS, pues TODO LO CONTRARIO, la ARGENTINA CUENTA CON GRANDES RESERVAS y ello también se comprueba fácilmente con lo referenciado al inicio sobre la cantidad de pozos existentes sin explotar y lo puedo debatir públicamente tanto con Lapeña y Rabinovich, como con el actual Ministro de Energía.
2. Pensar en el VALOR DE VENTA DEL GNC parecido al de la NAFTA, es UN ABSOLUTO DISPARATE y me extraña que un colega sostenga este absurdo comentario sabiendo que las Naftas derivan del refinado del Petróleo cuya destilación es muy costosa y el Gas Natural que se inyecta a la red es lo que queda después de extraer los líquidos y otros tipos de gases y sustancias que se utilizan en la industria química, con un muy bajo costo puesto que es el residual el que solo se inyecta.
3. Es un ABSURDO pensar en IGUALAR el PRECIO del GNC con el de la NAFTA, sabiendo todo dueño de un automotor privado, de carga o de Pasajeros que de ocurrir esta EQUIPARACIÓN nunca podrá COMPENSAR y/o AMORTIZAR la INVERSIÓN INICIAL del equipo de CONVERSIÓN.
4. Hoy el mundo entero, principalmente en los países del primer mundo como EE.UU. y todos los países de Europa, petroleros o NO, se han VOLCADO MASIVAMENTE a la utilización de un combustible MÁS ECONÓMICO (la mayoría con TECNOLOGÍA ARGENTINA) como lo es el GNC y GNL, pero fundamentalmente ECOLÓGICO es decir MENOS CONTAMINANTE al MEDIO AMBIENTE, como contrariamente SÍ LO SON LOS VEHÍCULOS con motor que consumen combustibles líquidos derivados del petróleo que EMITEN MATERIAS PARTICULADAS al AMBIENTE. Otra vez la ARGENTINA A CONTRAMANO del MUNDO, dejando muchas dudas ya sea por INTERESES MEZQUINOS que FAVORECEN a las PETROLERAS en las que se ven involucrados funcionarios del gobierno que tienen participación en acciones de esas empresas o por aquellos que con su silencio están avalando una visible CORRUPCIÓN.
5. En términos simples, podemos reafirmar que contamos con gas abundante, limpio y económico, cuyo costo en distribuidora comparado con los combustibles líquidos en refinería de petróleo, es en términos calóricos ocho veces más barato que las naftas, o seis veces más barato que el gasoil con el valor del gas en boca de pozo actual y que con el valor del gas en boca de pozo en proceso de negociación pos devaluación, sería en el orden de cinco veces más barato que el costo de las naftas y cuatro veces más barato que el gasoil. Los impuestos grabados al GNC superan el 200% y ahora pasó a ser el bien más gravado del mundo y superior al impuesto a los bienes suntuarios.
Queda fuera de foco tal pretensión que estimo no seguirá nuestro gobierno nacional, ya sea por aplicación de la lógica de la reactivación que coincide además con la sana Teoría Económica, como puede apreciarse a través de lo expuesto académicamente por un ex Secretario de Energía en su carácter de profesor universitario y que figura en los anales publicados por el Ministerio de Economía en Julio de 2002 y que expresa: “…Se ha discutido el tema del Impuesto a los Combustibles, y permítanme asumir mi rol de profesor de Economía. Hay teoremas que demuestran que los óptimos se obtienen cuando las razones de sustitución en el consumo son iguales a las razones de transformación en la producción. En términos técnicos, la tasa marginal de sustitución en el consumo es igual a la tasa de transformación entre bienes en la producción, y ésta equivale a la razón de los costos marginales de los productos. En definitiva, la razón de los precios debe ser igual a la razón de los costos marginales para que la economía se encuentre en un óptimo. Es decir que opere en un punto de máxima eficiencia dado los recursos disponibles. Partiendo de esto, y para no alterar la igualdad entre razones, los impuestos tienen que ser proporcionales a los costos marginales, tienen que ser escalares de modo que al multiplicar igualmente numerador y denominador no distorsiones, Es decir que los impuestos no deben alterar los precios relativos. No deben distorsionar los óptimos de la Economía porque ello se apartaría del sendero de eficiencia productiva y asignativa…”.
La visión de futuro de los argentinos se encamina a través de los deseos y esfuerzos del Gobierno y la población para consolidar la reactivación económica iniciada en la que mucho tiene que ver el GNC y el GNL en el presente y el porvenir.
Ing. José Sesma