Eduardo Fernández, Presidente de APyME
Representante de las Pymes argentinas abogó por habilitar en el marco de la campaña electoral, las condiciones de respaldo a los sectores de generación de trabajo. Llamó la atención especialmente sobre las expendedoras de pueblos más chicos
El Presidente de la Asociación de Pequeñas y Medianas Rempresas, Eduardo Fernández, aseguró que una flexibilización de los convenios colectivos de trabajo no soluciona los problemas de las empresas.
En diálogo con surtidores.com.ar, el titular de APYME advirtió que la causa principal del cierre de empresas pasa por la baja de actividad, resultado de los costos del dinero, los intereses y la presión impositiva y fiscal que se está dando como nunca en la historia.
Agregó que las tarifas son imposibles de soportar y no se pueden trasladar a los precios, por lo cual, no es correcto colocar al componente laboral como la causa de los cierres.
“En pleno siglo XXI es necesario integrar a las Estaciones de Servicio en un plan de desarrollo integral de las economías, en lugar de naturalizar como normal una posible reforma laboral”, dijo el dirigente.
Afirmó que el balance de todas las cámaras empresarias de este año coincide en que nuestro país, no ha tomado medidas de ninguna índole que hayan beneficiado a las pequeñas y medianas empresas, entre las que se encuentran los establecimientos de combustible y en especial, las de bandera banca.
“La demanda interna es fundamental para la actividad de las Estaciones de Servicio de las ciudades más relacionadas con la producción y la economía agrícola ganadera”, expresó y alertó que si no hay demanda, no hay a quien venderle combustible.
Aseveró que contrariamente a lo que declama el gobierno, la inflación no se frenó, el consumo no se recuperó y son muchas las empresas que han cerrado y alcanzan a más de 10 mil firmas, las cuales eran también clientes fijos y seguros de las Estaciones de Servicio independientes.
“De parte del Estado hay un desinterés y mientras desde el Ministerio de Producción se dice una cosa, al mismo tiempo, se hace lo contrario”, se lamentó.
Finalmente, señaló que “el decreto que nos obligaba a dar un bono de fin de año, poniéndonos en la misma escala de poder adquisitivo de las grandes compañías, nos generó inconvenientes innecesarios en la relación con nuestros empleados y cada uno de nosotros, inclusive los estacioneros, actuaron de la mejor manera ante la necesidad de sus trabajadores”.
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