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En las últimas dos décadas, el rol de la mujer evolucionó de manera significativa. A través de la historia de una de las empresarias argentinas, se repasan los avances y los desafíos que aún existen para lograr una participación equitativa.
La historia de Marisabel Pelossi, operadora de una YPF en Santo Tomé, Santa Fe, es un testimonio del cambio en el sector y las oportunidades que se han abierto para las mujeres empresarias.
Ingresó al rubro en 2002, cuando adquirió junto a su hermano una Estación de Servicio que se encontraba en crisis. En aquel entonces, la presencia femenina en la gestión de estaciones era escasa y, según relata en diálogo con surtidores.com.ar, no era común que una mujer estuviera al frente de la operación y, señala que “si había mujeres, eran viudas o hijas de alguien que ya estaba en el negocio”.
Durante sus primeros años en la actividad, debió enfrentar no solo los desafíos propios de administrar una estación en tiempos económicamente adversos, sino también la resistencia de algunos clientes y proveedores a tratar con una mujer en un rol de toma de decisiones.
“Muchas veces me pedían hablar con el dueño. Cuando respondía que era yo, insistían en llamar a mi padre o mi marido“, comparte en su testimonio, demostrando una de las tantas otras situaciones a las que debió sobreponerse.
No obstante, el panorama ha cambiado significativamente desde aquellos días. Hoy, según Pelossi, las mujeres tienen una presencia mucho más activa en la gestión y operación de las Estaciones de Servicio.
“Ahora somos muchas más y es algo totalmente normal. En los últimos años se incorporaron mujeres en la playa de despacho, en el minimercado, en los boxes de lubricación y en posiciones gerenciales“, afirma.
Una de las transformaciones más notorias ha sido la inclusión de mujeres en la venta de combustibles, un área que solía estar exclusivamente ocupada por varones. “Me costó mucho incorporar a la primera vendedora de playa en 2003. Los clientes no querían que les despachara combustible porque creían que no lo haría bien o que podía generar algún problema. Hoy esto ya no sucede y la integración es total“, explica.
EL DESAFÍO DE LA EQUIDAD EN PUESTOS DE LIDERAZGO
A pesar de los avances, todavía existen barreras para la equidad en la ocupación de cargos de alta dirección.
Pelossi destaca que, si bien hay más mujeres en distintos niveles de la operación, los puestos gerenciales y de toma de decisiones continúan mayormente en manos de hombres y menciona: “Nosotras tratamos de ayudarnos y potenciarnos, pero sigue sin ser tan fácil para muchas acceder a cargos más altos“.
Uno de los puntos clave en este avance ha sido la organización de las operadoras de Estaciones de Servicio en redes de apoyo, algunas impulsadas por las cámaras y otras por las petroleras.
Esto permitió que entre empresarias se conozcan, se conecten y compartan experiencias, lo que abrió el camino para identificar oportunidades de mejoras que impulsen a nuevas generaciones.
El avance de las mujeres en el rubro de las Estaciones de Servicio es innegable. Hoy, son muchas más que las familiares de los operadores quienes encuentran en el sector una oportunidad de crecer laboralmente con condiciones convenientes.
Para Pelossi, la clave del futuro radica en seguir promoviendo el trabajo colaborativo y la capacitación. “Es fundamental que nos sigamos apoyando y generemos espacios de formación. Hay que seguir avanzando hasta que la presencia femenina en todas las posiciones de la industria sea vista como algo absolutamente natural”, concluye.
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