A pesar de la diferencia con los líquidos
Si bien, el valor del gas natural comprimido sigue siendo altamente competitivo respecto a la nafta Súper, en torno a un 50 por ciento menos, especialistas consideran que habrá una desaceleración en el traspaso de vehículos.
El 2021 comenzó como un buen año para el Gas Natural Comprimido. El ritmo de conversiones de vehículos nafteros venía creciendo de manera similar a la gran del 2019.
Sin embargo, en mayo hubo una reestructuración de los contratos de compra de gas por parte de las Estaciones de Servicio (en virtud al Plan GasAr) lo que generó un aumento del GNC del 30 por ciento.
Ese mismo mes las conversiones bajaron. Hubo 3.000 menos respecto a abril. En 2019, mayo obtuvo 1.500 traspasos más respecto al mes anterior de ese año.
A esto se le suma que el GNC podría ajustarse en agosto y en noviembre. ¿Por qué? Los contratos de provisión del gas se firmaron a un precio de lo que cueste el 13,5 por ciento del litro de nafta Súper, tomando el valor que tenga el combustible 4 días antes del inicio del mes (mayo, en el primero de los casos).
Pero estos acuerdos contemplan que ese monto se irá incrementando medio punto por trimestre hasta llegar a 15,5 por ciento a mayo del 2022. Por tanto, en agosto subirá a 14 por ciento y en noviembre al 14,5 por ciento.
En diálogo con surtidores.com.ar, Pedro González, vicepresidente de la CeGNC, aclara que estas subas no serán significativas en el surtidor.
Explica que para Capital Federal y ciertas zonas de la provincia de Buenos Aires podría haber aumentos “dos o tres pesos en agosto”. Pero que en el interior del país el incremento podría ser mayor, por lo que es más probable que disminuya el ritmo de conversiones en otras partes del país respecto al AMBA.
Así y todo, el dirigente remarca: “El precio del GNC cuesta un 50 por ciento menos que la nafta Súper. Es mucha diferencia”.
Sin embargo reconoce que estos micro aumentos esperados para este año podrían generar algún impacto en las conversiones, sobre todo teniendo en cuenta que los combustibles líquidos se mantendrán congelados hasta (por lo menos) diciembre.
NUEVA NORMALIDAD
A este cuadro de situación, el dirigente suma otro factor: la “nueva normalidad”.
Explica que muchos conductores que antes utilizaban asiduamente sus vehículos, ahora, con el home office, la virtualidad en ciertas áreas (como la escolar) y actividades que permanecen cerradas, utilizan menos su auto. Esto provoca que algunos prefieran quedarse con sus vehículos nafteros, en lugar de instalarle un equipo de GNC.