Hasta diciembre
El ex presidente de CECHA, Carlos Gold advierte que el desfasaje por una posible disparada del dólar luego de las elecciones sumado al repunte del consumo, podría provocar desabastecimiento.
“Siempre, sin excepción, el resultado de cualquier período de congelamiento fue negativo para las Estaciones de Servicio”, recuerda Carlos Gold, ex presidente de CECHA, en el marco de lo que puede verse como el inicio de una nueva etapa de fijación de precios de los combustibles líquidos por lo que queda del año.
Pablo González, presidente de YPF, aseguró que ya no habrá más incrementos por este 2021 y el Poder Ejecutivo, vía decreto, aplazó el ajuste de los impuestos específicos hasta diciembre.
Gold explica que este nuevo panorama se está dando en una situación un poco mejor a la que hubo en otras circunstancias, ya que el actual atraso del precio de las naftas es “leve”, considera.
Sin embargo indica: “Hay que empezar a ver qué sucede durante todo este período del congelamiento porque no sabemos cuánto va a durar. Probablemente sean 6 meses, hasta después de las elecciones, pero ahí hay otros factores que son negativos para las Estaciones de Servicio y tienen que ver con la rentabilidad”.
“Durante ese semestre va a seguir la inflación, que si continúan con el avance que venimos viendo del, 3 o 3,5 por ciento mensual, nuestra rentabilidad de vuelta va a quedar golpeada”, asegura el ex directivo de CECHA.
Otros dos factores importantes que determinan el precio de los combustibles líquidos en Argentina son el barril de crudo Brent y el precio del dólar.
El petróleo que se extrae principalmente del mar del Norte pareciera que no subirá mucho más de los 71,3 dólares que cotiza actualmente. Pero “habrá que ver cómo se comporta el tipo de cambio oficial una vez que pasen las elecciones (legislativas) de octubre” próximo, observa Gold.
Explica que si después de la votación el dólar se dispara, y en ese contexto el consumo de combustibles muestra signos de recuperación por el levantamiento de restricciones (lo que se espera que ocurra) pero los precios permanecen congelados, hay peligro de desabastecimiento.
“Las petroleras van a necesitar una mayor cantidad de pesos para comprar el crudo, entonces se les va a hacer más caro el insumo y eso, quiérase o no, repercute en lo que va a ser el suministro, entrando en el aspecto más negativo del congelamiento: la falta de producto”, razona Gold.
Y concluye: “El desabastecimiento es menor volumen potencial de venta para la estación y por ende, menos rentabilidad”.
Para José Luís Sureda, ex secretario de Recursos Hidrocarburíferos de la Nación, suspender aumentos de precios hará que las empresas destinen menos recursos, lo que podría afectar a la productividad.
Este fin de semana la petrolera incrementó el valor de la nafta y el gasoil y será el último de 2021 según adelantó su presidente, Pablo González. “Si trasladáramos el precio internacional del petróleo al surtidor, hoy la gente estaría pagando 130 pesos el litro de nafta”, advirtió.
José Luis Sureda, experto en combustibles, considera que actualmente existe un atraso en el precio de las naftas en torno al 8 por ciento. Opina que si el Gobierno decidiera congelarlos de cara a las elecciones cometería un grave error.