Desde el próximo lunes
Respecto del anuncio del gobernador Axel Kicillof para que solamente se permita el ingreso a los locales gastronómicos de las personas que presenten carnet de vacunación con primera dosis, los estacioneros esperan que se fomente desde el Estado la conciencia social.
“Los empleados de las Estaciones de servicio no tienen poder ni responsabilidad de policía, con lo cual, si bien apoyamos todo aquello que fomente una reactivación económica, solicitamos paralelamente a ello que las autoridades colaboren con la concientización de los consumidores”, dijo a surtidores.com.ar, el presidente de UENYA Juan Carlos Basílico.
El dirigente se refirió con estas palabras a las nuevas implementaciones que se llevarán adelante en los próximos días en la Provincia de Buenos Aires, las cuales incluirán a los minimercados, especialmente aquellos que tienen habilitados sectores de cafetería y gastronomía.
La regla que impondrá el gobierno de Kicillof, se basa en se ampliar los aforos permitidos en lugares cerrados para quienes tengan la primera dosis de alguna de las vacunas, y que hayan cumplido el plazo de 21 días desde la inoculación contra el COVID-19.
Según lo anunciado por el jefe de estado provincial, “desde el próximo lunes quienes concurran a estos establecimientos deberán probar que recibieron hace 21 días la primera dosis exhibiendo el certificado de vacunación o la constancia en las aplicaciones Vacunate y Mi Argentina”.
El dilema pasa según Basílico, por la manera en que se controlará a los clientes que exhiban su certificado, ya que como ocurre por ejemplo, con las obligación de no cargar nafta a los motociclistas sin casco ni chaleco, “nuestros trabajadores no tienen la obligación de controlar estas cosas y pueden ponerse en peligro en el caso de que algún cliente se niegue a presentar la documentación para consumir en el local”, advirtió.
A su vez, el presidente de la Federación de Entidades de Combustibles, Julio Alonso, recomendó que “desde la autoridad estatal, se necesita un refuerzo de la campaña de información y respeto por la convivencia social, como también, de una presencia de los agentes y funcionarios que deben cumplir con tareas que no les corresponde a los privados”.
Finalmente ambos coincidieron en que “todo tiene que ver con todo, por lo cual, si una persona que viene a cargar combustible, se baja del auto y quiere tomar un café, no podemos tener un empleado en la puerta controlando los carnet de vacunación, porque no le corresponde”.
Pero afirmaron que “el compromiso de las autoridades con estas medidas, se puede traducir en el reparto de carteles para todos los locales gastronómicos y una masiva campaña de profundización de los conceptos relativos a la importancia de estar vacunados, con las convicciones claras como las que demostró el presidente de Francia en los últimos días con sus declaraciones”.
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