En localidades de frontera
A propósito de la crisis de cupos y desabastecimiento, el precio congelado y el nuevo fenómeno de la venta ilegal de naftas y gasoil en localidades limítrofes con Brasil y Paraguay, expendedores denuncian que “carecen de herramientas para defenderse”.
Acosados por la coyuntura del desabastecimiento, especialmente en bocas de expendio del interior del país, referentes del rubro de venta minorista de combustibles como el presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles del Nordeste, Faruk Jalaf, alertó que el gobierno define las políticas que “actualmente nos dejan sin combustible para vender”.
En ese contexto, informó que en su región se enfrentan con una operatoria “ilegal” de reventa de nafta por parte de los ciudadanos que encontraron la manera de “vender el combustible que cargan en sus vehículos a los consumidores de Brasil o Paraguay sin control alguno por parte de las autoridades”.
“Se ve a la luz del día cómo las personas cargan combustibles en las estaciones del municipio de Bernardo de Irigoyen que tiene frontera seca con Brasil y lo revenden de manera clandestina en bidones o traspasándolos con mangueras desde sus autos a los brasileros”, expresó Faruk en diálogo con surtidores.com.ar.
Agregó que las personas dedicadas a este negocio delictivo, están sacando entre 30 y 40 pesos por encima del valor que pagan por el litro de combustible en Argentina.
Aseveró que “como la gendarmería y la policía no se ocupan de cumplir con su obligación de controlar este modus operandi, pretenden que seamos los dueños de las Estaciones de Servicio y nuestros empleados lo que pongamos en riesgo nuestra integridad para no expender a quien quiera realizar este hecho”.
Jalaf admitió que “las autoridades y los políticos tienen la costumbre de utilizarnos a nosotros no solamente como agentes de retención fiscal, sino como inspectores de obleas de GNC, o de motociclistas sin casco, con lo cual no es novedad que quieran responsabilizarnos por vender combustible sin preguntar para qué lo piensa usar el cliente”.
De la misma forma, elevó su voz contra la imposibilidad de lograr acciones concretas para protestar y actuar en defensa de los intereses del sector, cuando un dirigente es coaccionado por ciertas compañías por informar sobre situaciones anómalas como los cupos de entrega o el desabastecimiento de naftas.
“Es aquí cuando la ley debería con la inmunidad y protección que tienen los delegados gremiales en los sindicatos, con el objetivo de que puedan ellos cumplir con su función de defender al rubro”, sentenció Jalaf.
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