Seguro de caución
Preocupados por la exigencia cada vez más intensa por parte de los municipios para que las Estaciones de Servicio se mantengan al día con el pago de estas obligaciones, analizan una opción beneficiosa para el Estado como para el operador de combustible.
Desde hace tiempo los integrantes de la Confederación de Entidades de Hidrocarburos y Afines (CECHA) analizan el impacto negativo que las onerosas sumas que la póliza del denominado “Seguro de Caución”, provocan en los establecimientos.
Luego de la pandemia y tras la crisis en la que el sector está inmerso, afrontando hoy créditos que debieron tomar para sostenerse como actividad esencial y con ventas aún por debajo del punto de equilibrio de la época anterior a la llegada del Covid 19, surgió con fuerza el proyecto de la entidad madre de los dueños de Estaciones de Servicio por una alternativa superadora al actual seguro.
“Como está planteado hoy el tema, el estacionero aporta una suma muy importante por exigencia del Estado, que si bien cubre la eventualidad de un accidente ambiental, a nivel legal en la relación con la comunidad no sirve para que el afectado pueda luego solucionar las consecuencias sobre su negocio que el hipotético siniestro cause”, dijo a surtidores.com.ar Guillermo Lego, gerente de CECHA.
Agregó que “este seguro planteado como lo está hasta hoy es para resarcir al Estado por ocasionales daños ambientales, pero no cubre al estacionero en materia de las compensaciones de la obra que se realice para reparar este daño desde el punto de vista económico”.
Lego aclaró que el expendedor está pagando por un seguro que no tiene finalidad concreta en relación con la remediación del suelo, sino que se trata de simplemente una garantía, la cual no será de utilidad al momento de cubrir el enorme costo de las obras que exigen las petroleras y el Estado en el caso de suceder un incidente de este tipo.
“Avanzamos considerablemente en gestiones para que el dinero que hoy se aporta, pueda ser utilizado ante accidentes de este tipo y para ello estamos proponiendo un fondo de reparación o fideicomiso, pero por el momento, desde los municipios hay inconvenientes en el ingreso inicial de los aportes, que es un tema a solucionar”, comentó.
Recordó que las dificultades son históricas con respecto a este seguro, en principio porque cuando comenzó a exigirse este aporte, había muy pocas empresas que ofrecían la póliza y con el correr del tiempo, los problemas económicos generales también influyeron generando más inconvenientes.
“Tal cual están hoy las cosas, el expendedor está afrontando un costo elevado por un seguro que no lo cubrirá en caso de problemas ambientales y por ende, toda la carga para reparar esos hipotéticos daños la deberá cargar sobre sus espaldas”, finalizó Lego.
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