Impacto en la rentabilidad
Motivados por las necesidades de los consumidores durante las vacaciones de verano, la feria legislativa y el receso del Poder Judicial, las entidades agrupadas en CECHA definieron un impasse administrativo.
Para los dirigentes de las Estaciones de Servicio, la decisión de eliminar la operatoria con tarjetas de crédito de las opciones de pago para sus clientes está vigente, pero las circunstancias coyunturales, los llevaron a postergar por un mes la definición.
En síntesis, según dijo a surtidores.com.ar el presidente de FAENI, Alberto Boz, “vamos a esperar hasta febrero para emitir una sugerencia formal a todos los integrantes de las federaciones de sector en contra del cobro con tarjeta”.
El empresario explicó que igualmente, en los hechos es imposible seguir manteniendo la rueda de crédito para la actividad, debido a la inflación constante, el aumento de los combustibles y los extensos plazos de acreditación de las transacciones.
“Decidimos pensar nuevamente como siempre lo hacemos en el consumidor y lamentamos tener que subsidiar las regulaciones del Estado con el debilitado capital operativo de las Estaciones de Servicio”, expresó Boz.
Agregó que en estos días, seguirán tratativas con los legisladores que pertenecen a la Comisión de Defensa del Consumidor y de Comercio, quienes ya tienen próximo a emitir dictamen, los proyectos de ley presentados por la Federación, en este caso reforzados por el fallo favorable de primera instancia de la justicia, que busca acortar los plazos de las tarjetas de crédito y rebajar los intereses.
CUENTAS CORRIENTES AL LÍMITE
El dirigente además se mostró muy preocupado por la crisis que está generando entre las Estaciones de Servicio y sus clientes, la modalidad de pago con cuentas corrientes y cheques diferidos.
En este caso, comentó que numerosa cantidad de colegas dejaron de vender a plazo, resintiendo así una relación histórica con clientes tradicionales. “Es insostenible despachar combustible en noviembre, para recibir un cheque en enero que tiene fecha de pago en febrero”, explicó.
Con esta situación, detalló que el dueño de la Estación de Servicio se ve obligado a absorber de sus propios bolsillos la diferencia desde el día en que vendió el gasoil, los costos laborales, aumentos de surtidor y comisiones financieras de tres meses posdatados, para poder reponer el producto.
“Por ello también insistiremos ante las compañías petroleras para que compartan el esfuerzo con sus redes de comercialización, con el objetivo de que sea sostenible el negocio minorista”, finalizó.
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