El expresidente de la Cámara de Expendedores de Chubut Osvaldo Lewis, recalcó en base a su propia experiencia cotidiana del manejo de una boca de expendio, que los valores del combustible no siguieron el ritmo de aumentos que tuvieron los demás productos de consumo cotidiano.

“Es claro que un 100 por ciento de incremento en un periodo de dos años y medio no se condice con la evolución de precios y salarios del resto de la economía argentina”, expresó el empresario a surtidores.com.ar.

Detalló que la distorsión de precios relativos se vio agravada por lo que sucede en el mercado internacional, con un crudo que aumentó desde de 60 hasta 120 dólares, “lo que agudiza el problema ya que es necesario importar combustible para cubrir la demanda interna”, dijo.

En ese sentido explicó que el tipo de cambio también se transformó en un incentivo tentador para que las compañías productoras deriven esfuerzos en la exportación de hidrocarburos en desmedro de la necesidad del mercado interno.

“La decisión para normalizar el mercado de los combustibles que hoy afecta a toda la cadena productiva debe ser política de liberación de los cepos a los precios”.

IMPACTO EN LAS ESTACIONES DE SERVICIO

El empresario patagónico recordó que el fenómeno distorsivo no es nuevo y que impacta en el rubro de manera “históricamente insólita”, tornando “inviable la estructura de costos”.

Lamentó que en este contexto, no sea únicamente el precio el que está retrasado, sino que la opción de poder vender más volumen para balancear la ecuación de una Estación de Servicio, también esté vedada por las restricciones en la entrega.