“Hace 15 años, si vendías 150 mil litros (por mes), estabas en tu punto de equilibrio; hoy necesitás vender entre 300 a 320 mil litros para lograr que te quede un margen pequeño de ganancia”.

Con esta introducción, Alberto Boz, presidente de la entidad empresaria que reúne a los estacioneros de Santa Fe, FAENI, explica a surtidores.com.ar por qué es necesario que el Gobierno intervenga sobre las gestiones de pago con dinero virtual a favor de las bocas de expendio.

Cuenta que esta diferencia en la cantidad de litros que se necesitan vender para llegar a un equilibrio se da, por un lado, por una caída en la bonificación (margen que les dan las petroleras a las Estaciones de Servicio por los despachos de combustibles), y, por otro lado, por un aumento en los costos de estructura.

Pero a esta situación se le suma el factor pandemia, que produjo una baja en los despachos del 25 por ciento.

Es por ello que el dirigente señala que una de las principales acciones que debe tomar el Gobierno este año es reducir los costos y plazos de los pagos con tarjeta.

“Si como usuario te debitan una compra de manera inmediata no se explica por qué las Estación de Servicio recibimos lo que vendemos con débito recién a las 48 horas hábiles. En contados países del mundo ocurre esto”, se queja Boz.

Argumenta: “Necesitamos que el dinero se deposite urgente para que podamos operar con mayor rapidez. Pasa que a veces necesitamos hacer una compra importante de combustible y necesitamos poder cobrar rápido”.

Los pagos con tarjeta de crédito demoran más: se los acreditan a los 10 días hábiles. “Si nos agarra un aumento (de precios de combustibles) en el medio, nos liquida”, suma el dirigente.

En cuanto a las tasas, Boz precisa que la retención de un pago con tarjeta de débito es del 1 por ciento de la venta; mientras que con crédito varía entre el 1,5 y el 1,25 por ciento. “Pedimos que nos reduzcan los aranceles a 0,5 por ciento con crédito, como pasa en Ecuador o Colombia; y el débito en muchos países no tiene costo”, indica.

Además, advierte que la nueva modalidad de ventas con el sistema QR afecta todavía más a las bocas de expendio, ya que la retención es del 2 por ciento; “es una locura”, dispara.

Para explicar el impacto, Boz describe: “En el mejor de los casos (con las ventas de combustibles) sacamos un 9 por ciento y un 6 o 6,5 por ciento a las de gasoil; y sobre eso le tenemos que dar un 2 por ciento al pago por QR: se nos transforman en un socio mayoritario”.

Según el dirigente, en las Estaciones de Servicio ubicadas en ciudades, aproximadamente el 50 por ciento de las ventas se efectúa con dinero virtual.