A partir de que Salta en el año 2007 adhiriera a la Ley Nacional de Higiene y Seguridad N° 19587, el Departamento de Bomberos de esa provincia reclama la instalación de una red húmeda en cada Estación de Servicio para la lucha contra incendios.

Más allá de que el sistema hidrante tenga un costo millonario que a muchos expendedores les resulte imposible afrontar, los empresarios cuestionan la eficacia de este mecanismo para desactivar este tipo de contingencias. Sin embargo, las autoridades aseguran que los comercios que no cuenten con esta herramienta no serán habilitados.

Surtidores consultó al especialista en Seguridad e Higiene, Licenciado Mariano Sobrero (I.C.I.E.: 2-4642-5) del Estudio Sobrero y Asociados sobre la aptitud de la red hídrica en las Estaciones de Servicio. Al respecto, aclaró como primera medida que el riesgo de incendio queda determinado por la peligrosidad relativa de los materiales predominantes en el sector que se analiza y los productos que con ellos se elabora, transforman, manipulan o almacenan.

Según la clasificación que establece la normativa vigente,  a las Estaciones de Servicios le corresponde un riesgo de incendio tipo R3 (Muy Combustible). “Dicho esto, no podemos desconocer que la utilización de un sistema de extinción como el previsto en la condición E1 del Cap. 18 Decreto Nº 351/79-Protección contra incendios -(Se instalará un servicio de agua, cuya fuente de alimentación será determinada por la autoridad de bomberos de la jurisdicción correspondiente. En actividades predominantes o secundarias, cuando se demuestre la inconveniencia de este medio de extinción, la autoridad competente exigirá su sustitución por otro distinto de eficacia adecuada) en base a agua como agente extintor no debe ser tomado en forma taxativa”, explica Sobrero.

Hay que considerar que la reglamentación no puede prever todas las situaciones y por ello fija para determinado tipo de condiciones generales algunos agentes extintores. Por ello la normativa contempla la posibilidad de la Autoridad Competente de exigir prevenciones diferentes a las detalladas o aceptar a la solicitud del interesado soluciones distintas a las exigidas.

“Podemos apuntar como desventajas del empleo de un sistema fijo de extinción a base de agua como el agente extintor ya que el mismo es apto para fuegos de combustibles clase “A”, su capacidad por excelencia es el enfriamiento, pudiendo también actuar por sofocación bajo condiciones muy particulares, y dependiendo de la pericia y entrenamiento de la brigada que emplee el sistema”, señala el experto.

“Si bien el personal debe ser capacitado regularmente en extinción de fuegos controlados de clase “A” y “B”, consideramos que el tipo de combustible predominante en una Estación de Servicios es del tipo “B”, para lo cual está contraindicado el uso del agua. Sabido es que todo derivado del petróleo es de menor densidad que el agua, y si arrojamos ésta a un derrame de combustible incendiado, lejos de apagar el mismo, lograríamos propagarlo, ya que dispersaríamos el foco por sobrenado del combustible en el agua utilizada”, explica Sobrero.

Además para emplear la Red de Incendio, es necesario que al menos dos personas desplieguen y sostengan una manguera, siendo un “Pitonero” y un “Ayudante” la mínima brigada de ataque. “Es común que en turno noche, las estaciones no cuenten con la cantidad de personal suficiente para el manejo adecuado de una red de incendio, ya que frecuentemente sólo hay un operario”, sostiene.

“Por tal, desde nuestro punto de vista, existen soluciones alternativas (carros extintores en cantidad y tamaños acordes a la infraestructura) que en el común de las situaciones de emergencia pueden resolver las mismas de una manera más rápida y eficiente, pudiendo ser manipulados hasta por un solo operario”, concluyó Sobrero.