Impacto en la cadena de consumo
Luego de que se hiciera pública la decisión de la Secretaría de Energía, de modificar el precio de los combustibles, que habían sido congelados por 90 días según lo dispuesto por el Decreto 566, las repercusiones y críticas de los analistas no se hicieron esperar.
El Gobierno justificó el incremento basándose en la variación del precio del petróleo que derivó del ataque sufrido por las infraestructuras petroleras de Arabia Saudita. El crudo del Brent aumentó 14 por ciento en un día, lo que representó la tercera variación más importante tras las sufridas en 1986 (15,1) y 2009 (16,8), según quedó plasmado en la Resolución publicada en el Boletín Oficial.
“Estamos presenciando los resultados calamitosos de esta política de combustibles, que se implementó dentro de un conjunto de desaciertos económicos durante cuatro años, que demuestra la falta de compromiso del gobierno con el resto de los ciudadanos”, dijo a surtidores.com.ar, el combativo economista Juan Enrique, quien venía alertando sobre los peligros internos de la liberación de los precios a nivel internacional.
Por su parte, la investigadora de la UBA y docente universitaria Gisela Veritier, recordó que el aumento es el resultado que surge por el problema de haber decidió anteriormente liberar el mercado y luego querer regularlo electoralmente, en lugar de llevar adelante un plan regulatorio sustentable y serio. “Este gobierno trata el sector como si el petróleo fuera un commodity y no un insumo clave”, alertó.
A su turno, el ex Secretario de Comercio y dirigente de la UCR, Miguel Ponce, destacó que como resultado del cambio de los tiempos políticos y pese al congelamiento decretado por 90 días, la crisis en Arabia Saudita dejó en evidencia la brecha entre el “barril criollo” y el internacional era más amplia de lo esperado.
Agregó que “los efectos de desabastecimiento eran claramente esperables y en el caso de que suja un nuevo conflicto o un nuevo bombardeo a las refinerías árabes, deberíamos estar enfrentando una nueva suba antes de lo que se suponía”.
Aconsejó mantener el 4 por ciento de aumento en los surtidores, mientras se definen las variables del crudo y el tipo de cambio y dijo “de esta manera el gobierno reconoce que el retraso en los precios de las naftas está por lo menos alrededor del 15 por ciento”.
Finalmente resaltó que “los efectos inflacionarios del aumento de combustibles harán que los índice oficiales de los alimentos que se darán a conocer días antes de las elecciones de octubre impacten también en el resultado electoral”.
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