Comparativa del mercado
Volúmenes restringidos, precios congelados y los gastos incrementados al ritmo inflacionario, provocaron que la mayoría de los negocios no alcancen el punto de equilibrio y que los márgenes de ganancia sean cada vez más bajos.
Las secuelas de dos años de pandemia y las consecuencias de la invasión rusa a Ucrania ante esa situación, han provocado una fuerte caída de la rentabilidad en las Estaciones de Servicio, no solo de nuestro país sino en todo el contexto de Latinoamérica.
Pero particularmente en el caso de Argentina, la situación se ha agravado por la fuerte escasez de combustibles. Al respecto, Guillermo Lego, gerente de Confederación de Entidades de los Hidrocarburos de la República Argentina (CECHA), reconoció en diálogo con surtidores.com.ar que, considerando sólo la venta de combustibles, por una proporción del 54 por ciento en ambas naftas y 46 por ciento en diésel y gasoil, y con un personal de 10 empleados, “se observa que el punto de equilibrio de 366.000 litros mensuales, es absorbido prácticamente en su totalidad por los gastos operativos y las amortizaciones”.
“Con ingresos congelados durante 8 meses y medio durante 2021 y regulados indirectamente con los aumentos de 2022, la subsistencia de las Estaciones de Servicio es cada vez más acotada. Y los volúmenes de entrega por parte de los proveedores, al ser cuantificados, no sólo restringieron las ventas regulares, sino que impidieron satisfacer la mayor demanda del mercado, que, de no haberse restringido la provisión, hubieran permitido reemplazar con volumen la contención de los precios”, agregó.
Mientras que por el lado de Uruguay, el margen de bonificación bruto “es de 9 por ciento” entre nafta súper 95 ($80,88 – USD 2,02) y el gasoil 50-S ($64,99 – USD 1,63), que son los combustibles más vendidos en el país. Aunque si se descuentan los aranceles por compra con tarjeta de crédito, “el promedio de la bonificación baja a 7,5 puntos porcentuales por litro”, según informó Federico De Castro, gerente de la Unión de Vendedores de Nafta del Uruguay (UNVENU).
“De ese margen bruto, aproximadamente la mitad está destinado a salarios y cargas sociales, un 20 por ciento a aranceles de tarjetas de débito y crédito, otro porcentaje del alquiler promedio del 20 por ciento, por lo que la utilidad que le queda al estacionero es particularmente baja”, amplió.
En Estados Unidos, la situación de los expendedores no resulta más atractiva que en los países de la región. Mientras que durante esta semana se reportaron niveles de precios récord, con un promedio nacional por encima de USD 5 por galón de gasolina (poco más de tres litros y medio – cerca de USD 1,5 por litro, las bocas de expendio no mejoraron su margen de ganancia, ya que, tras descontar los gastos, perciben entre 3 y 12 centavos por galón vendido.
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