Violencia en aumento
Recientemente se conoció un incidente provocado por delincuentes en un automóvil robado que asaltaron al playero para llevarse una recaudación de 20 mil pesos. Fueron sorprendidos por un policía, lo que generó una balacera alrededor de los surtidores.
La situación se repite en mayor o menor medida en todo el país y con esta incertidumbre respecto de la integridad física y mental de los trabajadores del sector, desde las entidades empresarias comunicaron a surtidores.com.ar, la importancia que tiene hacer la denuncia policial de manera formal.
“No importa si el monto del robo es mínimo o si finalmente el hecho no pasa a mayores, si somos víctimas de un asalto o situación delictiva debemos tener la convicción de realizar el trámite correspondiente en la comisaría o fiscalía”, dijo a este medio el presidente en ejercicio de la Cámara de Expendedores de Entre Ríos, Mario Amado.
Recordó que, en marzo pasado, los directivos de la CECAER, habían mantenido una reunión con la ministra de Gobierno y Justicia de la provincia, Rosario Romero, el jefe de Policía, Gustavo Maslein y el director de Operaciones, Gustavo Schierloh, en la cual, dejaron sentadas las bases para un trabajo en común que brinde protección especialmente en el turno noche.
Pero Amado fue tajante al referirse a la necesidad que los funcionarios y la policía tienen de poder basarse en documentación fidedigna para operar y en este caso, las denuncias son de vital importancia.
“Muchas veces nos dicen los colegas que no quieren perder tiempo en las dependencias para denunciar situaciones que finalmente no fueron graves, pero aconsejamos que no dejen de hacerlo, ya que, si bien circunstancialmente no pasa nada, otra oportunidad puede traer consecuencias trágicas”, advirtió.
En este sentido, Amado informó que esperan un nuevo encuentro para dentro de pocos días con la ministra y sus secretarios, para poder transmitirles que “con la pandemia, también se agravó la situación, porque en el caso de los motochorros, no solamente roban con el caso, sino que usan el barbijo para cubrirse, lo que impide a las cámaras de seguridad poder identificarlos”.
Además expresó que “la vigilancia privada o la contratación de personal policial adicional solo es posible de asumir para las expendedoras propiedad de las petroleras, ya que los costos son inaccesibles para las Pymes”.
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