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Se encuentra en estudio una iniciativa de la Secretaría de Trabajo de la nación que plantea que los contratos inteligentes pueden transformar la relación entre empleados y empleadores.
Una nueva era asoma en el horizonte de las relaciones laborales en las Estaciones de Servicio: la inteligencia artificial empieza a perfilarse como un actor clave en la transformación de los convenios colectivos de trabajo. Mientras el mundo del derecho debate sobre sus implicancias, en el sector crecen las expectativas sobre las ventajas operativas y jurídicas que este avance tecnológico podría ofrecer.
El abogado Marcelo Saleme Murad, asesor especializado en el rubro, fue categórico en diálogo con surtidores.com.ar: “Aquí se estaría queriendo aplicar lo que en otras áreas del Derecho ya se aplica con los llamados `smart contracts´, con cláusulas predeterminadas de actualización que se ejecutan sin necesidad de más discusiones ni intervenciones humanas. Lo dejan programado y lo va haciendo la inteligencia artificial, que se denomina `generativa´, porque a la vez va aprendiendo y mejorando a un nivel que se supera minuto a minuto a sí misma”, explicó.
La idea es disruptiva: ya no será necesario renegociar o presentar fórmulas de actualización salarial ante el Ministerio de Trabajo. Según Saleme Murad, la IA permitiría que los contratos laborales se actualicen automáticamente. “Pero además, avanzar con la ayuda de una herramienta fantástica como es la Inteligencia Artificial Generativa, permitiría estudiar mejoras en los CCT, en las condiciones laborales, en la organización de la fuerza de trabajo, y un largo etcétera, dando nuevas ideas y hasta incluso colaborando en su implementación práctica sin necesidad de tanto desgaste negocial”, detalló.
Esto abre la puerta a un esquema donde las partes —empleadores, gremios y asesores legales— asuman un rol más de supervisión y auditoría que de intervención permanente. “Una vez que le dieron los prompts —la instrucción que se le da a la IA—, el resto es controlar que haya reflejado correctamente la orden. Claro que para ello deben prepararse y formarse”, explicó el abogado.
Desde la visión del especialista, el potencial es inmenso. “Mi opinión personal es que la inteligencia artificial puede ser un colaborador magnífico. Viene para mejorar el desempeño humano en las distintas áreas de la vida. No hay que tenerle miedo, hay que amigarse con ella y utilizarla”, enfatizó.
En las Estaciones de Servicio, donde la dinámica laboral es intensa, con turnos rotativos, adicionales nocturnos y escalas salariales complejas, el uso de contratos colectivos al estilo smart contracts promete eficiencia y transparencia. “Esto puede beneficiar mucho al trabajador también. No entiendo por qué se resistirían, yo creo que es porque no conocen cómo funciona ésta tecnología. Creo que los profesionales asesores de las partes deben ponerse en serio a estudiar éstas nuevas plataformas que han llegado para quedarse y que no sólo no se irán, sino que se terminarán imponiendo en poco tiempo; como lo hacen en otros campos de la actividad humana; si quieren proveer un servicio profesional de excelencia deben ponerse ya a explicar a sus clientes este tema”, agregó Murad.
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