En plena campaña electoral, el combustible se transformó en uno de los puntos de discusión y a nivel local, hay zonas como la ciudad de Necochea, donde el GNC se puso en el tapete de la población.

Por un lado, el candidato a concejal de la lista de Facundo Manes de Juntos por el Cambio, Gonzalo Diez, prometió que impulsará a los dirigentes nacionales de su espacio político, para que sancionen una ley que le imponga un “freno o regulación a los precios del GNC, especialmente en su localidad”.

El dirigente expresó a surtidores.com.ar que “las diferencias entre Necochea y Mar del Plata en las Estaciones de Servicio son realmente muy altas” y advirtió que los necochenses dejaron de convertir sus unidades, lo que está causando, según sus dichos, “posibles quebrantos en los talleres de GNC”.

Agregó que “las 7 Estaciones de Servicio de la ciudad son formadores de precios del combustible y hoy día, el gas se vende a $49,90 el metro cúbico, mientras que estaciones de Mar del Plata lo comercializan a $30”.

Por su parte, el dirigente expendedor de Necochea y Quequén, José Luis Arrate, aclaró a este medio que “la comparación está mal hecha porque tenemos los mismos precios que en Tandil, Balcarce y Olavarría, que son las localidades limítrofes”.

Observó que “en Mar del Plata son demasiadas las estaciones y los colegas incurren en la denominada canibalización de los precios, como ocurre en Capital Federal y zonas adyacentes, lo cual genera que ningún establecimiento pueda sostener los costos fijos que aumentan diariamente por la inflación”.

Arrate advirtió al respecto que “ciertos candidatos usan este tema para hacer campaña a costa nuestra y contra ello no podemos hacer nada, salvo informarle a la gente la realidad del sector que no depende de nosotros sino de las políticas nacionales”.

Lo cierto, es que ambos bandos de la discusión coinciden en la necesidad de que el gobierno tenga en cuenta al GNC como un vector de desarrollo de la economía de los sectores medios y bajos que representan a los trabajadores, para lograr un equilibrio entre consumidores y estacioneros.