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La marcada desaceleración de la inflación, que en la Ciudad de Buenos Aires fue de apenas 1,6 por ciento en mayo allana el camino hacia un control más sostenido de los gastos operativos de la Estaciones de Servicio.
Durante los últimos años, los estacioneros habían manifestado en reiteradas oportunidades su preocupación por los gastos operativos dolarizados o atados a la inflación, que se ajustaban casi de manera automática mes a mes. Contratos de alquiler, servicios básicos, tarifas e insumos, evolucionaban a un ritmo que muchas veces resultaba inmanejable. En ese contexto, cada incremento de precios no sólo afectaba al consumidor en el surtidor, sino que comprometía la rentabilidad y sostenibilidad de muchas estaciones.
El reciente dato inflacionario en CABA —el más bajo desde junio de 2020— encendió una luz de esperanza. En paralelo, los analistas privados anticipan que el dato nacional que publicará el INDEC este miércoles podría ubicarse también por debajo del 2 por ciento, consolidando una tendencia descendente tras los fuertes saltos del segundo semestre de 2023 y comienzos de este año.
Pedro Llorvandi, dirigente de la Cámara de Estaciones de Servicio de Santiago del Estero, analizó el escenario en conversación con surtidores.com.ar: “Con la inflación en estos niveles, las subas salariales y las actualizaciones van a alinearse”, afirmó.
Un punto clave es la indexación de múltiples servicios que las estaciones contratan de manera recurrente: “Por ejemplo, los sistemas de gestión, facturación… todos se están ajustando al IPC nacional. Con el IPC nacional del 1 por ciento, se termina la suba constante de los costos”, remarcó el entrevistado.
Según su análisis, para los operadores, esta nueva dinámica representa una oportunidad estratégica. La estabilidad inflacionaria les permitirá planificar, renegociar contratos en condiciones más previsibles y, fundamentalmente, salir del círculo vicioso de la actualización constante que erosionaban los márgenes y generaban incertidumbre.
El trasfondo de esta expectativa positiva es claro: en los últimos meses, las Estaciones de Servicio venían de enfrentar una fuerte caída en los volúmenes de venta, combinada con aumentos salariales y de servicios que crecían en línea con una inflación interanual pronunciada.
Finalmente Llorvandi consideró que si bien el camino hacia la recuperación plena del consumo todavía es largo, el hecho de contar con un escenario de costos fijos más controlado es una condición imprescindible para sostener las operaciones. “Además, permitirá que las estaciones evalúen con más certeza futuras inversiones en infraestructura, tecnología y experiencia de cliente”, concluyó.
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