Faltan muy pocos días para el final del año y es tiempo de hacer balances respecto de lo ocurrido en este 2021. Así lo entiende también el presidente de AOYPF Carlos Pessi, quien dialogó con surtidores.com.ar acerca de la situación del sector y sus expectativas para 2022.

¿Qué balance hace del año?

Realmente fue un año vertiginoso, dos años en uno. Hasta junio vivimos con muchas restricciones de movilidad y de presencialidad, y recién a partir de julio o agosto se comenzó a normalizar. Creo que es un año difícil de evaluar, me inclino por hacerlo desde la perspectiva que teníamos a su inicio, y midiéndolo de esa manera debemos considerarlo positivo. Siempre quedan temas pendientes, pero somos conscientes de que estamos pasando por una etapa muy especial y toda la humanidad se continúa adaptando a una nueva realidad. Me parece que esa es la perspectiva que debemos darle al año 2021.

¿Cuáles fueron los puntos más críticos?

En nuestra actividad, primero tener que adaptarnos a operar nuestros negocios en esta nueva normalidad de convivencia con el virus, lo que nos obligó a un nuevo ordenamiento, a mayor flexibilidad y a fortalecer la capacidad de resolver situaciones imprevistas.

En segundo lugar, sin dudas la inflación, que nos dejó en una mala posición sobre todo durante el segundo semestre, ya que en el año acumulamos una inflación de costos del 50 por ciento, pero el dólar, por ejemplo, que es una de las referencias para los precios de los combustibles, solo aumentó un 20 por ciento. Ese desfasaje fue impactando sucesivamente en los números de nuestros negocios, y terminamos el año en una situación crítica en materia de rentabilidad. Los precios de los combustibles no se actualizan desde hace muchos meses, y esta relación dólar-inflación-precios nos dejó en una posición fuertemente negativa.

¿Hay aspectos positivos para rescatar?

Mencioné la paulatina adaptación a una convivencia con el virus, a vivir, trabajar y en nuestro caso operar en esta nueva realidad.

Respecto de nuestro negocio, que los volúmenes de venta se recuperaran y volvieran a valores prepandemia nos ayudó a soportar la caída en la relación de los ingresos versus los costos operativos.

Otro aspecto positivo es la expectativa de futuro, de modernización, de oportunidades que pueden abrirse y sostenernos durante el proceso de transición energética.

¿Qué espera para el sector en 2022?

Primero y principal, esperamos volver a analizar con YPF en detalle los números del negocio, esencialmente los márgenes y la rentabilidad final, que a la fecha se viene vinculando solo con el precio del surtidor, pero se ha desfasado de los costos operativos y del valor de las inversiones. Los números se ajustaron sucesivamente en 2019, 2020 y más aún en 2021, es necesaria una corrección urgente.

No podemos conformarnos con el crecimiento de las ventas, que cubrió parte de esa brecha,  porque estamos otro escalón más abajo en la rentabilidad. Bajamos 3 escalones en 3 años y no podemos darnos el lujo de bajar un cuarto escalón en 2022, nos estamos acercando peligrosamente a los indicadores de 2007 y 2008.

En segundo lugar, ser capaces de lograr un protagonismo en la definición de las políticas vinculadas al uso de la tecnología y todo lo digital en nuestros negocios, alcanzando acuerdos razonables con YPF, junto a la resolución de viejos temas pendientes, como el de los pasivos ambientales, que no dejan de preocuparnos. Esperamos poder trabajar proactivamente sobre las oportunidades que aparecen en la transición energética, para darle un nuevo perfil los negocios que renueve la expectativa al menos hasta bien entrada la próxima década.

¿Gestionan alguna acción para realizar el año próximo como AOYPF o en conjunto con Expendedores Unidos?

Hace pocos días realizamos una jornada sobre el plan estratégico de la AOYPF para los próximos años, que nos permitió comenzar una revisión integral de las prioridades en 2022, y ya estamos dándole forma al plan de acción en base a ese debate. Un aspecto importante ha sido la participación en Expendedores Unidos, que la Asociación la integra desde su inicio en 2020; que se sostuvo en 2021 con una agenda centrada en las urgencias del sector empresarial y que creemos que en 2022 debe evolucionar y fortalecerse para compartir y debatir a fondo muchos de los temas que afectan a los expendedores, sobre los que nos imaginamos un trabajo conjunto realmente positivo.

En 2022 se celebrará el centenario de YPF ¿cómo analiza el presente de la compañía y cómo imagina que se desarrollará en los próximos años?

Creo que YPF ha encontrado su camino en materia petrolera y gasífera, los números de Vaca Muerta permiten ser optimistas. A la par, mantiene líneas de acción en referencia a nuevas energías, transición energética y un plan de reconversión de largo plazo.

Seguramente continuará teniendo grandes desafíos, en sus finanzas, en la concreción de algunos proyectos, en el equilibrio entre su rol como empresa de capital estatal mayoritario y la necesidad de obtener resultados para continuar invirtiendo.

Somos optimistas en cuanto a las potencialidades de YPF y nuestro principal interés es acompañar ese proceso, asegurándonos de sostener y aumentar el protagonismo de la Red de Operadores como parte integrante de la compañía, y no como meros “clientes” o “terceros”.

Además, queremos participar pensando transversalmente los posibles negocios que pueden realizarse a través de la Red más grande del país, haciéndola de esta forma sustentable en el tiempo más allá de los cambios que nos deparen las próximas décadas.

Así que en los 100 años de YPF y los humildes primeros 10 de esta Asociación, redoblaremos la apuesta para potenciar el rol de la AOYPF y con ella, el de la Red dentro de la compañía pensando hacia adelante, al 2030 y 2040. El centenario es una gran oportunidad para darle esa nueva perspectiva a la relación de YPF con la Red.