Red de 1500 bocas
El próximo Ministro de Energía se expresó reiteradamente contrario al sistema de consignación con el que la petrolera estatal distribuye naftas y gasoil a sus bocas de expendio. Asegura que “es una forma indirecta de controlar el mercado”. Precios, participación de las compañías y otras definiciones.
La llegada de Juan José Aranguren a la flamante cartera de Energía podría ser el disparador de algunos cambios en la operatoria de la actividad. Es que por ser varios años presidente de una de las principales petroleras que actúan en el país, el futuro ministro es gran conocedor de la problemática que atraviesan las estaciones de servicio.
Son varias las cuestiones que aquejan al sector, sin embargo algunas aparecen como prioritarias en la mira de los expendedores. Una de ellas es el manejo de los costos operativos y las condiciones del mercado, que es decidido en forma directa o indirecta por las empresas petroleras, especialmente en el caso de YPF, a través de su sistema de comercialización “consignado”.
Durante su etapa de directivo, Aranguren fue muy crítico de esta metodología. En declaraciones brindadas oportunamente a surtidores.com.ar opinó que “la consignación es una forma indirecta de controlar el mercado”, aunque desligó la opción en el empresario: “tener un margen del 8 por ciento o del 12 por ciento, tiene que ser una decisión del estacionero”.
Con respecto a si el precio al público, el funcionario que asumirá el próximo 10 de diciembre juzga que debe ser fijado por la estación de servicio. En su opinión “cada cual tiene que hacerse responsable de la etapa en la cadena de comercialización en la que está operando”.
Otro de los temas que dominan la agenda de los operadores está relacionado con una legislación que fije un marco legal a la actividad, generando competencia entre actores de un mismo segmento y capacidad económica a través de la limitación de la participación en el mercado minorista de las empresas petroleras, que actúan como proveedoras de las estaciones de servicio.
¿Cuál es el razonamiento de Aranguren en este sentido? “Si a mí me preguntan si las petroleras no tienen que operar estaciones de servicio, voy a contestar que no, porque sería contrario al artículo 14 de la constitución que dice que tiene que haber libertad de comercialización. Ahora si alguien me dice podríamos poner, para evitar algún riesgo de competencia desleal, aunque yo lo niegue, un límite a ese nivel, bueno discutámoslo”.
“Cuando las reglas son claras y se cumplen normalmente la actividad se desarrolla en un marco de crecimiento”, sostiene. “Lo peor que puede pasar es que haya reglas y que no se cumplan. O que haya competencia desleal”.
“Hay ventas que antes se hacían en las estaciones de servicio y ahora hacen las petroleras, y que creo que tendrían que cambiarse, pero también hay ventas que hacen las compañías petroleras, y que creo que no es conveniente, por definición, que las realicen las estaciones, por complicaciones logísticas e incapacidad de proveer el soporte adecuado, de aquel que está pidiendo ese requerimiento”, fundamentó.
“Hoy existe una reglamentación que no se cumple, que es el Decreto 1060/2000, que impuso cambios en los contratos de suministro, que puso un tope del 40 por ciento, que desde mi punto de vista la consignación lo transgrede, porque es una manera indirecta de estar operando estaciones de servicio”, anticipó. “Creo que probablemente habrá que evaluar el máximo que puede operar una compañía petrolera”, reconoció finalmente Aranguren.
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