A través de una resolución, la Secretaría de Energía autorizó la suba del 8,86 por ciento ($55,663 por litro) para el Bioetanol y de 24,5 por ciento ($112.000 la tonelada) para el Biodiesel. Los incrementos regirán para las operaciones de junio y julio de este año.

Además, estableció que el plazo de pago no podrá exceder los 30 días corridos desde la fecha de factura en ningún caso y que el porcentaje de corte obligatorio de Biodiesel en su mezcla con gasoil partirá desde un mínimo de 5 por ciento.

En diálogo con este medio, Verónica Geese, ex Secretaria de Energía de Santa Fe y actual consultora, aseguró que estos aumentos de los biocombustibles no deberían redundar en una suba en el precio de las pizarras de los surtidores.

La especialista enfatizó en que el nuevo valor fijado por el Gobierno sobre los biocombustibles es el que esperaba la industria, teniendo en cuenta sus costos de producción.

No obstante, Geese advirtió que “el Estado no está instrumentando los cupos y precios a tiempo” y que estos desajustes generan “imprevisibilidad en el sector”, la cual afecta en las inversiones.

NUEVA LEY CON GUSTO A POCO

En la noche del jueves 1 de julio, la Cámara de Diputados dio media sanción a la Nueva Ley de Biocombustibles que da un nuevo marco regulatorio vigente hasta el 31 de diciembre del año 2030 y habilita a la Secretaría de Energía a elevar los porcentajes cuando lo considere necesario en función de los factores: abastecimiento de la demanda, balanza comercial, promoción de inversiones en economías regionales y/o razones ambientales o técnicas.

Por otra parte, el corte podrá reducirse hasta el 3 por ciento si la suba del precio de los insumos del Biodiesel distorsiona el precio en el surtidor.

Ante esta situación, Geese sostuvo que no se tiene en cuenta el potencial desarrollo del sector y que la nueva ley genera inestabilidad y desconfianza que dificulta las inversiones y afecta la imagen internacional de las petroleras argentinas.

Además, la exsecretaria de Energía de Santa Fe señaló que reduce del 10  al 5 por ciento el corte obligatorio entre gasoil y biodiesel, a diferencia del combustible elaborado a base de caña de azúcar, en que los volúmenes deberán ser del 6 por ciento de la mezcla obligatoria.