El costo del barril de crudo internacional sigue por encima de los 90 dólares desde mediados de enero – de los más altos en los últimos años -, lo que generó que varios países del mundo alcanzaran máximos históricos en los montos de sus combustibles, como el caso de España que lleva tres semanas al hilo con aumentos.

Frente a dicho panorama, surtidores.com.ar se contactó con el exsecretario de Recursos Hidrocarburíferos de la Nación, José Luis Sureda, para conocer cómo puede impactar en Argentina y cuánto más se podrá mantener la distorsión de precios en las Estaciones de Servicio.

“Por delante tenemos un panorama de costos altos de petróleo y hay unanimidad de que durará durante mucho tiempo, más de un año. Entonces, esta medida que se tomó por parte de YPF (actualización del 9 por ciento) es una iniciativa que está focalizada y basada en las necesidades de la empresa estatal y no pensada en replicarle un poco de optimismo a la industria”, evaluó.

“Ese aumento no es suficiente, y hay que sumar que los expendedores poseen presión gremial, como el incremento de los sueldos de los empleados. Y, por ende, creo que el sector estacionero es el más débil o menos favorecido de todos”, aseguró Sureda.

Y continuó: “Quizás hay una cierta sensación de alivio, pero como esa suba de precios es políticamente fijada y no regulada, no se tiene idea de cuánto será la próxima. Es decir que es pan para hoy y tal vez hambre para mañana porque no hay una regla de juego estable, clara y de largo plazo”.

Además, el exfuncionario público no dejó de lado el contexto político que atraviesa el país y trajo al debate las implicancias y repercusiones que podrían acarrear las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo el próximo año.

Según su mirada, si en 2022 no se recuperan los valores en los surtidores, difícilmente se pueda esperar que se siga la línea y aumentos de los precios internacionales durante el próximo año, porque “las autoridades plancharán todo”.

“Y en caso de que eso ocurra, la situación podría ponerse muy complicada para las pequeñas y medianas empresas que venden combustibles”, manifestó.

Cabe recordar que en varias oportunidades diversos especialistas y actores del sector estacionero manifestaron que ya existe un atraso entre un 25 y 30 por ciento debido a que la suba de los costos operativos, del dólar y del petróleo, generan presión sobre los combustibles ante el congelamiento de más de nueve meses que vivió el país.