El Senado aprobó el viernes a la madrugada y convirtió en ley, el nuevo marco de la producción de biocombustibles. El mismo reemplaza al que funciona desde hace quince años y propone un corte del 5 por ciento de biodiesel en el gasoil y del 12 por ciento de bioetanol en las naftas, aunque autoriza a reducirlo hasta el 3 y el 9 por ciento respectivamente cuando el Estado lo considere necesario.

Para el ex subsecretario de Combustibles de la Nación, Alberto Fiandesio, en el caso de las naftas, la disminución del componente vegetal podría alterar su composición. “Si rebajan el porcentaje de etanol, las petroleras deberán compensar para cumplir con las especificaciones del RON”, sostuvo, en referencia al (Research Octane Number), que es el Índice de octanaje que describe el comportamiento del combustible a bajas velocidades y temperaturas.

Respecto al diésel, apunta que si sube el azufre por menor cantidad de biodiesel, las petroleras “van a tener que bajarlo por otro lado con algún componente”. No obstante, el ex funcionario sostiene que la calidad de los combustibles “no va a desmejorar” ni a modificarse. “En Argentina y en el mundo se deben cumplir con las especificaciones”, enfatiza en diálogo con surtidores.com.ar.

En cuanto a la incidencia sobre la rentabilidad de las compañías, Fiandesio opina que la nueva ley “les mejora los números”. “Obviamente que no van a bajar los precios finales de venta, hace rato que están mezclando menos volumen y los valores en el surtidor nunca disminuyeron”, remarcó.

De acuerdo con la norma, la Secretaría de Energía podrá reducir el corte en el gasoil hasta el 3 por ciento (mientras que para el caso de la caña de azúcar deberá contemplar un mínimo de 6 por ciento de mezcla obligatoria) “cuando el incremento en los precios de los insumos básicos para la elaboración del biodiésel pudiera distorsionar el del combustible fósil en el surtidor, o ante situaciones de escasez por parte de las empresas elaboradoras”.

La dependencia que conduce Darío Martínez quedó definida como autoridad de aplicación del régimen. Y además se contempla la creación de una “Comisión de Biocombustibles” con la participación de organismos nacionales y de un “Consejo de Provincias Productoras”, dos instancias que permitirán monitorear el estado de la actividad y las necesidades de cada región del país.