La Secretaría de Energía elevó a su par Legal y Técnica el texto final del proyecto de ley para fomentar las inversiones petroleras en todo durante los próximos 20 años. La denominada “Ley de Promoción de Inversiones Hidrocarburíferas”, será presentada esta semana al Congreso de la Nación para ser debatida en busca de su aprobación.

La iniciativa apunta a generar un horizonte de estabilidad y reglas claras en materia tributaria federal y para los propios incentivos que la misma norma establece, generando estímulos que impulsen la inversión, sin dejar de atender el frente fiscal, cuidando el abastecimiento interno e impulsando la soberanía energética.

Más allá de las cuestiones referidas específicamente al sector petrolero, uno de los puntos destacados es la modificación del actual sistema de impuestos a los combustibles, para volver al anterior esquema que los determinaba a partir de un porcentaje fijo.

Según explicaron sus impulsores, el objetivo es quitar la incidencia de la inflación en el impuesto a los combustibles líquidos que al presente se actualizan de manera trimestral.

Vale recordar que el actual régimen, sancionado a partir de la reforma tributaria del anterior gobierno, simplificó el sistema, pasando de 4 tributos (impuesto sobre combustibles líquidos y gas natural, impuesto sobre naftas y GNC, impuesto sobre gasoil y el Fondo Hídrico de Infraestructura) a solo dos:

• Impuesto sobre los combustibles líquidos (ICL)
• Impuesto al dióxido de carbono (IDC)

Uno de los principales cambios consistió en el desacople del impuesto sobre el precio de venta. Antes de la reforma la alícuota se aplicaba sobre el valor en planta de despacho, configurando de esta manera la base imponible del tributo. A partir de la promulgación de la ley impositiva se dio paso al impuesto de suma fija.