Relevamiento sectorial
Según un informe elaborado por CECHA, el balance del año pasado arroja una caída de 19.7 por ciento respecto a los despachos de 2019. Hubo un fuerte repunte en el último bimestre con la apertura de la circulación.
Sin dudas 2020 fue un año traumático para el sector de las estaciones de servicio. Es que las restricciones a la circulación tomadas para detener el avance de la pandemia, sumado a los cambios de hábitos producto del cierre de actividades, derivaron en un desplome de ventas que fatigó a las estaciones y llevó a una enorme mayoría a trabajar a pérdida la mayor parte del año.
En resumen, a lo largo del 2020 se vendió un 19,7 por ciento menos de combustibles que en 2019, de acuerdo a los datos que se desprenden de un informe elaborado por la consultora Economic Trends para CECHA en base a información de la Secretaría de Energía de la Nación. Esto marca el tercer año consecutivo de caídas en las ventas, luego de una baja de 0.3 en 2018 y del 1.3 en 2019.
El impacto fue mucho mayor en las naftas, que se desplomaron en total un 27,5 por ciento en comparación al año anterior. Este segmento se vio duramente afectado por las restricciones a la circulación, pero también al cierre de escuelas, de teatros y cines, a las dificultades para el turismo o por el segmento de trabajadores que dejaron de viajar a las oficinas para pasar a una modalidad de Home Office.
El dato positivo se encuentra, sin embargo, en los últimos dos meses del año, cuando las ventas subieron un 22,3 por ciento entre octubre y diciembre. Este aumento permitió que el 2020 cierre finalmente con una caída del 12,7 por ciento entre febrero (último mes previo al comienzo de la pandemia) y diciembre. Cabe aclarar que históricamente febrero es un mes de pocas ventas.
El gasoil, por su parte, vivió un año igual de estresante pero pudo mantener ventas más normales por la demanda constante que representan sectores que conservaron la actividad en mayor medida, como el agro o los transportistas. Así, este combustible sufrió una caída del 12,5 por ciento anual en comparación con 2019.
Esto derivó en una recuperación lenta pero sostenida de las ventas, que promedió un crecimiento de 0.9 mensual entre junio y diciembre. Así, los volúmenes del último mes del año quedaron un 7.9 por ciento por debajo de febrero, el último mes de la llamada “vieja normalidad”.
Analizando por zonas, con esta evolución solo dos provincias recuperaron el 100 por ciento del volumen perdido por la irrupción de la pandemia (Chaco y Tucumán), siete provincias recuperaron más del 80 por ciento del volumen perdido (Buenos aires, 82.0 por ciento; Córdoba, 89.1 por ciento, Jujuy, 82.2 por ciento; Misiones, 91.3 por ciento; San Juan, 81.9 por ciento; Tierra del Fuego, 82.7 por ciento); cinco provincias recuperaron entre el 70 y el 80 por ciento (Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 74.6 por ciento; Chubut, 76.2 por ciento; Corrientes, 79.7 por ciento; La Pampa, 73.8 por ciento; Neuquén, 73.9 por ciento); el resto de las provincias ha recuperado entre el 50 y el 70 por ciento.
“Fue un año dificilísimo, la verdad que nuestro sector fue muy castigado por la situación tan compleja que planteó este virus. Como positivo podemos rescatar que no cerraron estaciones y ese repunte en la venta de naftas que se dio en los últimos meses. Pero seguimos con la guardia alta porque nuestros problemas no terminaron. Este nivel de ventas está por debajo de los valores críticos, hay estaciones con estrés financiero y el año recién comienza”, sostuvo Gabriel Bornoroni, presidente de CECHA.
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