Una oportunidad para las Estaciones de Servicio: sumar talento senior a sus equipos

“Lo viejo funciona, Juan”, advertía el personaje de “El Eternauta” a su compañero más joven mientras, en medio del desastre, rescataba una vieja radio de válvulas. La frase, cargada de sabiduría popular, resuena con fuerza en la actualidad laboral: en un mercado obsesionado con lo nuevo, las soluciones duraderas muchas veces siguen viniendo de quienes ya tienen camino recorrido. Y si hay un ámbito donde la experiencia puede marcar la diferencia es el de las Estaciones de Servicio, donde la confianza, la responsabilidad y la atención al cliente siguen siendo valores centrales.

A medida que el trabajo en las expendedoras se complejiza —por la automatización, la digitalización, la presión sobre los costos y la rotación constante de jóvenes sin continuidad— empieza a quedar claro que ignorar al talento senior es desperdiciar una herramienta potente. En diálogo con surtidores.com.ar, el especialista Jean Pierre Saint Hubert, CMO y fundador de Alkemy, advirtió que “el talento senior no es un plan B: es un capital que las empresas aún no saben aprovechar del todo”.

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Desde su consultora, dedicada al análisis de competencias, relevaron más de 10.000 habilidades en personas mayores de 50 años. Los resultados desmienten los prejuicios: la experiencia logra compensar —y en muchos casos superar— la falta de formación universitaria. “La diferencia de desempeño entre universitarios y no universitarios de hasta 40 años es mínima, del orden del 5 por ciento. Pero la brecha en la contratación es mucho más amplia. Eso demuestra que seguimos guiándonos por títulos en lugar de valorar habilidades reales”, señaló el experto.

En las Estaciones de Servicio, donde el trato con el cliente, el control de situaciones inesperadas y la fiabilidad en tareas rutinarias son esenciales, esas habilidades blandas marcan la diferencia. Comunicación efectiva, atención al detalle, resiliencia, resolución de conflictos y capacidad de negociación son puntos fuertes del personal senior. No por edad, sino por trayectoria.

También cae por tierra la idea de que a partir de cierta edad no se puede incorporar tecnología. “Con conocimientos básicos de computadora o celular, cualquier trabajador mayor de 50 puede empezar a usar herramientas como ChatGPT o Gemini en menos de dos horas”, aseguró Saint Hubert. “La barrera no es la tecnología, sino la falta de oportunidades para demostrar que pueden adaptarse”, agregó.

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Y hay algo más profundo que atraviesa el tema. En un país que envejece y en un sector que necesita estabilidad, sumar talento senior no es solo una cuestión de inclusión: es estrategia. La expectativa de vida se extiende, y lo que antes era considerado “edad de retiro” hoy puede ser una etapa plena y activa para quienes aún desean aportar.

“Nadie se salva solo”, decía también El Eternauta, y esa máxima se puede aplicar al trabajo en equipo dentro de una Estación de Servicio. La combinación de juventud con experiencia, de energía con oficio, puede construir planteles sólidos y sostenibles.

“El futuro del trabajo no se mide en años vividos, sino en la disposición a seguir aprendiendo, adaptarse y sumar valor cada día. Por eso, abrir las puertas al talento senior no solo es una respuesta a un problema laboral: es una apuesta inteligente que puede fortalecer al sector en su conjunto”, sentenció Saint Hubert.