De acuerdo a los dichos del presidente de la Cámara de Expendedores de Santiago del Estero, Pedro Llorvandi a surtidores.com.ar, la escasa capacidad de  compra de los clientes de suma a que la falta de billetes en la calle. “La gente no tiene plata para comprar nafta y lo poco que carga lo hace con tarjeta”, simplificó.

“Un combo explosivo”, es la forma que el titular de la CEPASE, utilizó para describir la coyuntura de las Estaciones de Servicio, que a pesar de la inflación que eleva los precios de todos los productos de primera necesidad, deben sostener el congelamiento de los precios del único producto base del negocio desde el mes de mayo.

“La gente dejó de cargar combustible para enfocarse en lo esencial, con el agravante de que lo hacen mayormente con tarjeta de crédito o débito, como consecuencia de la falta de movilidad social”, explicó.

 “Nuestra única variable de sostenimiento del comercio es el volumen y el precio de la nafta, el gasoil o el GNC, con lo cual, ante un panorama de despacho disminuido a menos del 80 por ciento de los niveles de prepandemia y los descuentos de las comisiones por las ventas con tarjeta, nos descapitalizamos en todo momento”, lamentó el dirigente norteño.

“Hay tarjetas de crédito que han acortado los plazos de pago entre 7 a 14 días, pero no sucede lo mismo con los programas de fidelización de las petroleras que siguen pagando a 28 días, cargando sobre las espaldas del operador el costo financiero de cada operación”, alertó.

En ese mismo sentido, el presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio de la Rioja Juan Manuel Brígido dijo a este medio que “YPF está traccionando cada vez más la aplicación de herramientas digitales, lo que incrementa el costo de las comisiones en tiempos donde la pandemia nos mantiene con muchos problemas para vender”.

Aseveró que “lo peor que nos está ocurriendo a nivel de rentabilidad es hoy el sistema de SIRTAC, es decir, el de la retención de Ingresos Brutos, que hoy se llega al 2,5 por ciento sobre la venta bruta, lo cual nos deja en ínfimas condiciones de sustentabilidad”.

A ello el titular de la entidad riojana, le sumó el IVA, ganancias y el impuesto al cheque, “lo que genera un desfinanciamiento importante que choca directamente con la posibilidad concreta de contar con el dinero suficiente para pagar el camión en el momento de descarga, como se debe hacer cada día”, sentenció.