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Empresarios del expendio de combustibles impulsan una agenda de trabajo enfocada en la prevención de hechos delictivos, con propuestas tecnológicas y articulación con las autoridades locales. El objetivo es cuidar a trabajadores y clientes en un contexto de creciente preocupación.
Los hechos de inseguridad que vienen ocurriendo en Estaciones de Servicio de la provincia de Buenos Aires despertaron una fuerte reacción de las entidades representativas del sector, que decidieron avanzar en una estrategia propia para proteger a sus trabajadores, a los usuarios y a las instalaciones. Con foco en la prevención y la colaboración, buscan transformar la preocupación en acción concreta.
En diálogo con surtidores.com.ar, el presidente de la Federación de Entidades de Combustibles, Juan Carlos Basílico, sostuvo que “la seguridad debe ser un eje prioritario de gestión en cada estación, pero también un compromiso compartido entre todos los actores que intervienen en el espacio público”. Y agregó que los asociados están dispuestos a “evaluar en conjunto con las autoridades la incorporación de tecnología, datos y experiencia para construir soluciones duraderas”.

Entre las propuestas que promovió la FEC se destacan la instalación de cámaras de vigilancia interconectadas con los centros de monitoreo municipales, la incorporación de botones de alerta para el personal de playa y la mejora del alumbrado público en zonas de riesgo. Estas medidas, según el dirigente, pueden generar un efecto disuasivo y facilitar la respuesta ante emergencias.
Basílico también advirtió que no corresponde delegar en el personal tareas que exceden sus funciones. En ese sentido, rechazó iniciativas que pretendieron imponer a los empleados de estaciones el control del uso de cascos o chalecos identificatorios a motociclistas antes de despachar combustible. “La seguridad no puede apoyarse en la improvisación, sino en políticas claras y profesionales”, expresó.
El abordaje de la problemática incluye además la colaboración con la Policía de un sistema de recolección de datos georreferenciados para identificar zonas con mayor índice de delitos y orientar acciones preventivas. Según explicó el entrevistado, esta iniciativa ya fue presentada en distintos foros y podría aplicarse en conjunto con municipios y organismos de seguridad.

A lo largo de los últimos años, las Estaciones de Servicio han sido blanco frecuente de delitos, especialmente durante la noche y en turnos reducidos. Desde robos menores hasta asaltos armados, los casos se repiten en el conurbano y también en localidades del interior provincial, generando pérdidas económicas y un fuerte impacto emocional en el personal.
Por eso, los estacioneros insisten en la necesidad de avanzar hacia un enfoque integral de la seguridad, que combine tecnología, coordinación interinstitucional y capacitación continua. “Tenemos que garantizar que cada trabajador se sienta cuidado y respaldado, y que cada cliente pueda cargar combustible sin miedo”, expresó el referente expendedor.
La institución también propuso conformar mesas de trabajo con representación empresarial, sindical y técnica para diseñar protocolos de actuación, acompañamiento a víctimas y evaluación de riesgos. “La voluntad, está sobre la mesa: sólo falta articularla con las herramientas del Estado y el compromiso comunitario”, concluyó Basílico.
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