Análisis de mercado
Para el exsecretario de Recursos Hidrocarburíferos de la Nación, José Luís Sureda, habrá un incremento en el consumo de naftas respecto al año pasado a causa de dos situaciones muy esperadas: una morigeración en el avance del COVID-19 y el crecimiento de la economía.
Los últimos años no fueron buenos para la economía argentina en general y el mercado minorista de los combustibles líquidos en particular. Durante 2018 los despachos de naftas y gasoil cayeron un 0,8 por ciento respecto al 2017; en 2019 se vendió un 1,3 por ciento menos en comparación al 2018; pero en 2020, con la llegada de la pandemia, la caída fue del 19,7 por ciento respecto al 2019, informó CECHA.
¿Qué deparará el 2021? En diálogo con surtidores.com.ar, José Luís Sureda considera que durante este año se cortará esta racha negativa. Aclara que no porque esta temporada será buena, sino porque costará pensar que el 2021 se presente peor que el 2020.
“Yo creo que el mercado se va a ir recuperando y va a llegar a los niveles del año 2019, salvo que tengamos una tremenda segunda ola de COVID que nos aísle de nuevo”, opina el exsecretario de Recursos Hidrocarburíferos de la Nación. En 2019 se vendieron 17.840.622 litros de combustibles.
El ex funcionario justifica: “Estoy viendo que el efecto inflacionario que tenemos es absorbido por la gente, y que no está dando señales de agotamiento en tomar los nuevos precios del petróleo. Además, la actividad económica se va a recuperar, sea en un 3, 4 o tal vez un 5 por ciento del PBI, después de la caída del 12 por ciento que tuvimos el año pasado, de manera que eso va a hacer que el mercado del combustible se vea muy parecido al 2019”.
Sureda argumenta que las naftas “todavía están por debajo en la comparación interanual pero se han recuperado fuertemente en diciembre”.
Observa que si bien los aumentos en los combustibles líquidos que se han dado desde el primero de enero pasado-por alrededor del 9 por ciento- podrían impactar en el consumo este no se dará en el corto plazo, sino que podría llegar a verse en el mediano o largo plazo.
“No puede haber contracción de demanda por aumento de precios en lo inmediato, porque los usuarios no tienen más remedio que ir al surtidor. Pero en el mediano o largo plazo la gente busca alternativas, como podría ser el GNC”, ejemplifica Sureda.
Además señala que tales aumentos se están dando en un contexto inflacionario, donde los precios de los combustibles líquidos no han subido más que otros bienes de consumo.
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