Seguridad e higiene
La limpieza es fundamental para mantener la calidad de los hidrocarburos, extender su vida útil, proteger la salud de las personas y cuidar el medio ambiente. La empresa Bertotto Boglione, brinda puntos a tener en cuenta para evitar graves perjuicios.
Debido al origen orgánico de los combustibles, estos tienden a la degradación en el largo plazo. Es por esto que es sumamente importante realizar el control y mantenimiento correspondiente para prevenir enormes problemas con los que un estacionero se puede encontrar.
El principal origen de los residuos que se van depositando en el fondo de los dispositivos de almacenamiento está en las pequeñas cantidades de agua que los hidrocarburos poseen y es inevitable que así sea. Esto resulta en un terreno fértil para la creación de microorganismos y sustancias inorgánicas, obligando a su limpieza periódica.
Mauricio Fournier, ejecutivo de ventas de Bertotto Boglione, explica: “La limpieza de tanques de hidrocarburos implica la extracción del combustible que contiene y su almacenaje provisional en un depósito adecuado; la preparación del entorno mediante un proceso de desgasificación. Una vez vacío, se procede al uso de productos apropiados, el raspado de los estratos, la extracción de los lodos, su almacenamiento y transporte para el desecho. Por último, se coloca nuevamente el combustible en el tanque original ya limpio”.
Este proceso debe realizarse con herramientas específicas, utilizadas por personal calificado y correctamente protegido para impedir la inflamación de vapores y evitar que el operador quede expuesto a la toxicidad de los productos. En este sentido, las Estaciones de Servicio, trabajan con empresas especializadas para realizar dicha tarea.
La vida útil de los tanques varía teniendo en cuenta muchos factores, por ejemplo: climáticos, tipos de mantenimientos utilizados, calidad de los productos almacenados, etc. Asimismo, realizar un seguimiento del estado de estos permitirá prevenir inconvenientes.
Para realizar los controles adecuados, los tanques subterráneos disponen de cuplas o bocas para la instalación de todo tipo de sensores: de pérdidas y telemedición. De esta manera, se monitorean los niveles de líquidos tanto en doble pared como en el interior. “También, existe la posibilidad de tener una purga, para que el mismo usuario pueda realizar un mantenimiento periódico y extender de ésta manera la regularidad de la limpieza”, agrega Fournier.
Dejar de lado estos cuidados, le significará al estacionero, resignar la calidad de sus productos y acortar el período de uso del tanque. El extremo descuido de este recurso, podría causar la rotura del mismo y, en consecuencia, provocar una peligrosa contaminación.
Vale recordar que la Secretaría de Energía está a cargo de controlar el cumplimiento de las legislaciones de manipulación, almacenamiento y distribución de hidrocarburos. Ante una falta, deberá solicitar a la autoridad municipal y/o provincial del lugar, según sea el caso, la inhabilitación inmediata de dichas instalaciones, hasta tanto se dé cumplimiento a las obligaciones pendientes, sin perjuicio de las demás penalidades que dicho incumplimiento pudiere generar.
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