Mientras que la diferencia de precios entre el GNC y las naftas se mantenga como hasta ahora, la venta de equipos va a continuar su curso tal cual esperaban desde las cámaras empresarias. Si bien la suba del 300 por ciento sobre el valor del gas en boca de pozo perjudica a las estaciones de servicio, el consumidor seguirá visualizando en el combustible gaseoso una alternativa de ahorro muy interesante.

Según datos aportados por el Ente Nacional Regulador del GAS (ENARGAS) en julio pasado se traspasaron 13.643 unidades, 700 más que en el mes anterior. Incluso las bajas también fueron las menores de los últimos cinco meses: 2.182. Con estos números el parque automotor superó el millón y medio de vehículos, siendo uno de los más importantes del mundo.

Desde la Cámara Argentina de GNC (CAGNC) estimaron al comienzo del año que habrá 140.000 rodados nuevos circulando a GNC al concluir el 2012. Esta cifra no se vería afectada por el incremento del precio del fluido a las estaciones de servicio, ya que en las pizarras el importe deberá mantenerse, según obligó – aunque de palabra – el Gobierno Nacional. Por el momento las proyecciones se están cumpliendo: 82.432 en apenas 7 meses.

De todas maneras, como consecuencia de esta medida en el mes de agosto podrían bajar las ventas por la confusión que generó la noticia. Mucha gente entendió que subiría el valor al público y descartó por el momento la opción de traspasar el vehículo. Desde el sector confían que con el correr de los días esta situación se iría normalizando.

Las estadísticas revelan el auge que ha tenido el GNC en los años posteriores a la crisis económica. Desde 2002 a la fecha, la cantidad de autos que funcionan a GNC pasó de 800.000 a 1.500.000, representando un aumento del 88 por ciento. Durante ese período también se logró alcanzar las 1.900 bocas de carga de GNC, distribuidas en casi todo el país.

Los dirigentes del rubro consideran que esta evolución seguirá su curso debido al ahorro que presenta al GNC frente a las naftas. Actualmente la relación llega a ser de 4 a 1 en algunas provincias y la tendencia en largo plazo supone una diferencia aún mayor.