Poco interés de la industria local
Los expertos analizan el panorama de estos rodados, en un contexto marcado por presiones de la industria petrolera y automotriz, reticente a realizar el cambio de paradigma. ¿Cómo están avanzando el resto de los países de la región? Experiencias y normativas en curso.
Ricardo Berizzo, un hombre que con apenas un motor de ascensor fabricó el primer auto eléctrico del país autorizado para andar por las calles de Rosario, Santa Fe, especialista en la materia, analiza en una entrevista para surtidores.com.ar, el futuro de estos automóviles en Argentina y el mundo.
¿Por qué en Argentina no se ha podido sancionar una normativa que permita la circulación de vehículos eléctricos?
No hay una razón específica. Son varios los factores concomitantes que frenan una alternativa limpia y económica de generación de movimiento. Podríamos enumerar algunas, intereses económicos, precio elevado, una industria automotriz local rígida, acuerdos de complementación con terceros países, ignorancia, necedad, entre otras.
¿Cuáles serían los motivos económicos?
Como intereses económicos podríamos hablar de la industria de los derivados del petróleo. Los cuales son múltiples, variados y de necesidad de reposición cuasi constante. Esto fue lo que hizo desde un primer momento atractivo al motor de combustión interna (MCI), que tiene mucho gasto de mantenimiento, por ejemplo, de lubricantes. Por supuesto que las petroleras no están muy de acuerdo con que el negocio se reduzca o termine. Pero tampoco lo está la persona que tiene un lubricentro, que es un negocio próspero donde reemplazamos frecuentemente los aceites y filtros que el MCI necesita.
Los precios de los vehículos eléctricos están, en general, un 20 o 30 por ciento por encima del valor de un vehículo de similares características con MCI, es por ello que los gobiernos europeos que pueden y quieren, subvencionan la compra de los vehículos eléctricos. En nuestro país, vamos a un ejemplo práctico, un scooter eléctrico cuesta aproximadamente un 40 por ciento más que una moto con MCI de 50c.c, sin ayuda, sin nada. Es imposible que una persona se arriesgue a una tecnología nueva, que no conoce, y además se la cobren más cara. Va a lo seguro que es lo conocido. En su momento cuando se puso a la venta en Argentina el Toyota Prius (hibrido) era tan caro que con lo que se pagaba acá compraba un Mercedes afuera.
¿Y por qué en su opinión una persona debería elegir un vehículo eléctrico?
Un interesante estudio de la Asociación del Vehículo Eléctrico de Noruega refleja una estadística sobre la población del porqué de su interés por los vehículos eléctricos. En primer lugar la respuesta es por el ahorro de dinero que significa su utilización. En segundo lugar por cuestiones ecológicas y energéticas. En todo el mundo, el bolsillo es muy importante.
Las empresas automotrices que tiene filial en nuestro país no publicitan y mucho menos venden los vehículos eléctricos que publicitan y venden en, por ejemplo, España. Entiendo que nuestra industria automotriz está muy complementada con la de Brasil, es por ello, que creo que la incorporación de los vehículos eléctricos como política de Estado la deben llevar adelante ambos países de manera conjunta como en tanto otros temas.
¿Se presentaron proyectos de ley en nuestro país para regular el tema?
Sí. En principio se necesita algo básico y posiblemente de más fácil resolución, esto es, que se aclare la forma con que el Registro Nacional de la Propiedad Automotor establece la definición técnica de los motores de propulsión, es decir, no por su “cilindrada” (suma total de las cavidades de las cámaras de combustión. Por ej. 1600 C.C.) sino por la potencia del motor. En ese caso no importa la procedencia de la potencia que se necesita para producir el movimiento, puede ser, combustible líquido, a vapor, eléctrico, etc.
Ese es un primer paso, muy importante. Luego vendrán leyes con varias normativas al respecto del transporte eléctrico por los diferentes aspectos que este abarca. Como por ejemplo, modificación de vehículos existentes, incentivos para su utilización, seguridad eléctrica, desarrollo de tecnología nacional de partes constitutivas, sistemas de recarga normativa técnica o lineamientos básicos para carga pública y/o residenciales, vincular la carga de los mismos a las energías renovables, etc.
¿Cómo avanza en Latinoamérica el auto eléctrico? ¿Está creciendo el mercado?
Lentamente y de diferente manera según el país. Hay que tener en cuenta que en Latinoamérica solo tres países tienen industria automotriz (Argentina, Brasil y Méjico). Pero para el resto comprar en el exterior un vehículo, ya sea con motor de combustión, eléctrico o híbrido, depende del precio, la financiación de la operación, la política que lleva el Estado en materia de movilidad, energía y contaminación.
Lo que quiero poner de manifiesto es que para otros países es una importación como pueden ser otras. Para aquellos que tienen industria automotriz, también depende de las políticas mencionadas anteriormente, pero hay que contemplar un cambio gradual de la tecnología actual por la de los vehículos eléctricos. Y eso significa modificaciones en la industria automotriz tradicional, con todo lo que ello implica.
No es casualidad que los países que no tienen industria automotriz de América latina ya están experimentado la aplicación de diferentes vehículos eléctricos, autos-taxis y buses (Chile, Ecuador, Uruguay, Colombia).
Estoy convencido, los ejemplos en nuestra América y en el mundo lo prueban que la introducción del vehículo eléctrico autónomo de manera masiva es a través del transporte público (autos-taxis y buses). De esa manera la sociedad en su conjunto afronta la inversión que implica estos tipos de vehículos, generalmente un 20 a 30 por ciento mayor costo a misma categoría. Así se dinamiza la producción generando una disminución del precio relativo. Se estima que hoy hay circulando en el mundo un millón de vehículos eléctricos de diferentes categorías, principalmente Europa y U.S.A. (California), con Noruega a la cabeza.
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Excelente entrevista. Sin dudas que los vehículos eléctricos son la solución para dejar de depender del combustible y mejor aun si convertimos los actuales a un costo accesible. América Latina hoy tiene una oportunidad de desarrollar medianas y pequeñas empresas de conversión. Y es mediante el proceso de convertir los vehículos actuales en eléctricos.. y eso es desarrollo local de I+D. Ya circulan 650 vehículos convertidos a eléctrico en América Latina y más de 250 solo en México. Con la ventaja de costar la mitad que uno de fabrica y con consumo eléctrico cinco veces menor que a gasolina. No se puede perder tiempo, esto ya tiene 20 años de aplicación en el primer mundo. Organización Autolibre
Hace casi cuatro años que uso mi fiat 133 convertido a electrico para mi trabajo y puedo asegurar que si tuviese la oportunidad (el dinero mejor dicho) de comprar un auto electrico de serie, lo haria sin pensarlo por la cantidad de cualidades positivas que ofrecen.