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Las “habilidades blandas” es un concepto que va ganando cada vez más lugar en las jornadas de capacitación. Cómo hacer para desarrollar la colaboración, el trabajo en equipo y la empatía en el ámbito laboral.
En el proceso de venta, la tecnología y la innovación son fundamentales, pero las destrezas humanas siguen siendo el motor principal de cualquier interacción comercial. Estas habilidades incluyen la capacidad de comunicarse, empatizar y colaborar, lo que las convierte en elementos clave en el desempeño de los empleados de Estaciones de Servicio.
Laura Crespi, consultora estratégica y capacitadora psico-comercial, explica que existen habilidades técnicas o duras y habilidades blandas. Mientras que las técnicas son específicas y fácilmente medibles, como el marketing, la ingeniería o la contabilidad, las blandas tienen que ver con la adaptabilidad, la atención al detalle, la colaboración, el trabajo en equipo, la creatividad, la inteligencia emocional, la innovación, el liderazgo y la organización. Estas habilidades determinan cómo interactuamos con los demás y cómo enfrentamos los desafíos diarios en el trabajo.

Dentro del ámbito de las Estaciones de Servicio, la combinación de habilidades duras y blandas es esencial. Por ejemplo, la ciencia de la información permite gestionar datos clave para el negocio, pero para tomar decisiones acertadas es imprescindible contar con pensamiento estratégico, una habilidad blanda fundamental. Un operador de Estación de Servicio necesita esta habilidad para evaluar la viabilidad de implementar autoservicio o inteligencia artificial en su negocio. No solo se trata de contar con el presupuesto necesario, sino de analizar cómo estas innovaciones pueden impactar en la experiencia del cliente y en la dinámica de trabajo.
Las petroleras proporcionan guías y protocolos para mejorar la experiencia de compra en las Estaciones de Servicio, pero sin habilidades blandas como la comunicación, la empatía y la amabilidad, su aplicación será deficiente. De igual manera, en los mandos medios, la gestión del tiempo es decisiva para coordinar tareas y mantener a los colaboradores alineados con los objetivos de la empresa. El liderazgo también juega un papel clave, ya que un buen líder no solo supervisa, sino que motiva e incentiva a su equipo para alcanzar el mejor desempeño.
Según la Real Academia Española, la habilidad es la capacidad de disposición para algo y la destreza en su ejecución. En este sentido, las habilidades blandas son la brecha que diferencia a una persona con éxito de otra sin resultados. Sin embargo, el éxito es subjetivo, por lo que podría decirse que estas habilidades determinan la efectividad de una persona en su desempeño laboral.
“La buena noticia es que las habilidades blandas pueden entrenarse y desarrollarse de forma continua”, señala Crespi. Existen diversas metodologías, como capacitaciones enfocadas en roles específicos, entrenamientos en el trabajo, juegos de rol, mentorías, coaching, talleres, cursos, seminarios y actividades prácticas. La capacitación en atención al cliente y ventas es un claro ejemplo de cómo estas habilidades pueden potenciarse para mejorar la experiencia del comprador.
“Los beneficios de fomentar habilidades blandas en el ámbito laboral son numerosos. No solo mejoran el desempeño individual, sino que también fortalecen el trabajo en equipo y la cultura organizacional”, enfatiza la especialista. “Además, crean vínculos interpersonales sólidos y fomentan una cultura de aprendizaje continuo”, agrega.
Ante esta realidad, Crespi considera que en el caso de las Estaciones de Servicio, la inversión en capacitación en habilidades blandas es una de las más inteligentes que puede realizar un operador. “No solo beneficia a los mandos medios y a los empleados de atención al cliente, sino que también impacta positivamente en los anexos del negocio, generando una dinámica más eficiente y un posicionamiento más sólido en el mercado”, subraya.
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