Después de algunos años de letargo las estaciones de Gas Natural Comprimido vuelven al ruedo. Las fábricas de equipamiento confirmaron el interés por instalar nuevas bocas de expendio en especial en las provincias del norte del país. A los empresarios los moviliza la potencialidad del combustible gaseoso fundamentalmente por su bajo precio. También crecen las conversiones vehiculares
La suba continua de las naftas trajo aparejado el reverdecer de algunos negocios aletargados por una realidad poco favorable. Uno de estos nichos era la instalación de nuevas estaciones de expendio de GNC que se frenó allá por el 2006 luego de varios años de crecimiento ininterrumpido.
Las bocas de carga florecieron por todos los rincones del país de la mano de la devaluación del peso. En aquella época, mientras las naftas se acercaban a su valor en dólares, el GNC mantenía su precio fortaleciendo la preferencia de los usuarios por este combustible al punto que el 2004 marcó el récord histórico de nuevas instalaciones (178).
El impulso duró hasta el 2007 con 108 inauguraciones pero cayó a la mitad al año siguiente y a la tercera parte en el anterior con solo 46 estaciones de acuerdo a datos brindados por el Enargas. Pero la nueva realidad del mercado modificó el paradigma y el interés por este segmento volvió a resurgir.
Según Galileo, una de las más importantes empresas del sector, se están cerrando varias operaciones, la mayoría en la región norte, más precisamente en las provincias de Salta, Jujuy y Tucumán. La demanda interna vuelve a ser interesante señalan, aunque al igual que las demás fabricantes de tecnología especializada tienen la mayoría de su producción enfocada hacia los países asiáticos, actualmente ávidos consumidores de este combustible.
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