Estrategias para reducir el consumo
Mientras los países desarrollados toman medidas para hacer un uso eficiente de la energía, en nuestro país el transporte público funciona mal y los rodados que ingresan al sistema siguen utilizando gran cantidad de litros para moverse. ¿Hay conciencia por parte de los usuarios? Los problemas derivados de la inseguridad.
En Estados Unidos y varios países de Europa, el carpooling, una aplicación móvil para conectarse con gente que está cerca y que se dirige hacia el mismo destino con el objetivo de aprovechar el mismo viaje, en cualquier tipo de vehículo, y así ahorrar dinero se ha convertido en un “boom”, al punto que ha motivado paros de actividades por parte de taxistas y remiseros.
Es que para los habitantes que trabajan en las grandes ciudades pero viven en las cercanías – como ocurre en Capital Federal, que recibe 6 millones de visitantes a diario – transitar 30 kilómetros, cuesta en promedio 150 pesos, entre peajes y la carga del tanque en la estación de servicio.
En nuestro país, y por razones de seguridad, este hábito colectivo demorará más tiempo en prosperar, por lo menos hasta que se ajusten los mecanismos de identificación. No obstante, Emilio Apud, ex Secretario de Energía de la Nación, considera oportuno reaccionar para optimizar el uso de los recursos.
Para citar un ejemplo, el ex funcionario sugiere una alternativa: “una política interesante sería reducir impuestos a los vehículos que tienen un consumo específico menor o gravar a los de menor rendimiento”. En Europa, observa que hay estímulos a los fabricantes que trabajan en esta dirección. Sin dudas, es un aspecto que podría gestionarse con la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA).
“Al Gobierno le convendría para reducir las divisas abocadas a la importación”, sostiene. El inconveniente que encuentra es que “por lo general estos autos son más caros”, tal como ocurre con los electrodomésticos que insumen menos energía eléctrica. Sin embargo, la compra de los productos con Etiqueta “A”, en la proyección de su vida útil es conveniente para el bolsillo.
Apud analiza que “en la medida que vaya mejorando el transporte público se va a optimizar la eficiencia de los particulares”. En las grandes urbes del mundo, utilizan el subte y los colectivos tanto empleados de alto rango- Gerentes y Ejecutivos – como trabajadores de menor jerarquía.
Aplicaciones criollas
Si bien su uso es incipiente por las cuestiones relatadas anteriormente, de a poco las apps con el objetivo de compartir los vehículos van floreciendo en nuestro país.
Carpoolear es la primera aplicación argentina de Facebook que permite a los usuarios de dicha red social compartir viajes en automóvil con otros de su entorno. Es una customización ad-hoc de la filosofía carpooling, que en el mundo es incentivada por políticas del gobierno o por proyectos y actividades de asociaciones civiles y empresas, dado los beneficios sociales y económicos que acarrea.
“Vayamos juntos” y “Sincropool”, son algunas otras con las que se puede acceder a esta modalidad.
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Ya se estila en nuestro país una modalidad interesante, hay madres que se turnan para llevar los hijos al Colegio, lo llama “Pool” y es muy práctico. Compartir taxis o remises es otra modalidad.