El precio del gas vehicular no resulta un obstáculo para un nuevo segmento de futuros usuarios de GNC que se avecina tras las alzas de precios y la escasez de gasoil en la Argentina.

“Es sorprendente la cantidad inusitada que tenemos de personas que vienen a consultar la posibilidad de convertir a gas sus autos de alta gama o que nos trasmiten su intención de comprar las mismas camionetas que vienen utilizando pero en la versión naftera para luego convertirlas a GNC”, detalló el presidente de la Cámara de GNC del Interior del país, Marcelo Zanoni.

Es que con los nuevos valores del diésel, surgió la curiosidad de una parte de la población que nunca había tenido en la mira la posibilidad de un vehículo impulsado a GNC.

“El gas se convirtió en el combustible del futuro, hecho del cual se va a terminar de tomar conciencia entre los automovilistas cuando Vaca Muerta funcione al 100 por ciento y cuando el frio ya no sea tan crudo y se precise menos gas en las industrias y en las casas”, pronosticó Zanoni.

Agregó que “nada asegura que en los próximos meses no vaya a seguir escaseando el gasoil en las Estaciones de Servicio mientras sigan los conflictos internacionales y los problemas internos para abastecer de este combustible a toda la economía, situación que no se va a dar con el gas”.

El empresario afirmó que los poseedores de camionetas gasoleras hoy día ni siquiera pueden decidir si cargar un gasoil más barato ya que los motores modernos exigen la modalidad Premium, “con lo cual la brecha a favor del GNC es realmente significativa e histórica”.

En ese mismo sentido recalcó que la devaluación favoreció en cierta manera la accesibilidad para comprar equipos de GNC, los cuales hoy rondan los 140 mil pesos, que trasladados a valor cambio blue significan 450 dólares, cuando siempre costaban 1000.  “Es por ello, que el equipo de GNC prácticamente termina valiéndole nada a quien lo adquiere, ya que con estos valores, se recupera lo invertido en menos de un año y medio de uso”, expresó.