La escalada de hechos delictivos que asola a las Estaciones de Servicio está provocando numerosos reclamos de empleados afectados psíquica y físicamente por esta causa. Las acciones están amparadas en la Ley de Riesgos del Trabajo, más precisamente en su artículo 4º.

Según explica el abogado especialista en Estaciones de Servicio, Luis Navas, en el capítulo XVIII de la legislación, se establece claramente que “si alguna de las contingencias previstas en el artículo 6 de la ley hubieran sido causadas por un tercero, el damnificado o sus derechohabientes podrán reclamar del responsable la reparación de los daños y perjuicios que pudieren corresponderle de acuerdo con las normas del Código Civil de las que se deducirá el valor de las prestaciones que haya percibido o deba recibir de la ART o del empleador autoasegurado”.

Asimismo, agrega que la ART o el empleador autoasegurado, según corresponda, están obligados a otorgar al damnificado o a sus derechohabientes la totalidad de las prestaciones prescriptas en la ley.

Navas explica que hay algunos los fallos judiciales que abordan esta problemática. Uno de los más destacados, es aquel en que la Sala IV de la Cámara Laboral calificó como accidente de trabajo a la incapacidad del 10 por ciento que le sobrevino a un hombre tras un asalto a mano armada durante su horario de trabajo. Rodolfo Del Pino se desempeñaba como playero en el turno noche de la Estación de Servicio ubicada en Las Heras y Agüero de CABA.

En tan solo un año, la expendedora padeció cerca de diez asaltos, la mayoría entre las 22 y las 6. Como consecuencia de uno de ellos, el playero fue atendido en el Hospital Alemán por una “herida cortante en antebrazo izquierdo y escoriación en antebrazo derecho”.

Además, según lo probó la perito médica, el actor sufrió desde ese momento un “cuadro compatible con Reacción Vivencial Anormal Neurótica con manifestación fóbica” que lo incapacitó en un 10 por ciento.