El fideicomiso sobre el Gas Oil es un tema que ha despertado críticas y comentarios en  observadores de la industria uruguaya.

Tal es el caso del Economista Guillermo Tolosa, director académico de CERES  reconocido Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social, quien cuestionó este tema en una de sus exposiciones.

El académico ironizó si “uno va a comprar gasoil y dice: ‘¿Me das gasoil? Sí. ¿Cuánto sale?  $ 32,70, pero me vas a dar un pesito para el cañero de Bella Unión, uno para el boleto, otro para los estacioneros, y otro para la garrafa”.

Con este número, 8 de los 40.4 pesos que cuesta el Gas Oil pasan a manos de diversos beneficiados.

SOBRECOSTOS DEL COMBUSTIBLE

Tolosa centró su crítica hacia los combustibles al asegurar aseguró que el tema es particularmente problemático, “porque sus precios implican sobrecostos e impuestos implícitos, que hace que empresas orientadas a la exportación potencialmente rentables se vuelvan deficitarias e inviables”.

Desde su punto de vista, el sobrecosto está en parte importante asociado con la intención de proveer subsidios a determinados grupos sociales, y esos auxilios tienen un margen muy considerable para ser economizados y mejor dirigidos.

ALTOS COSTOS DE CONTRATOS DE ESTACIONEROS

Otro punto sobre el que Tolosa  fue enfático, es el que tiene que ver con la intermediación en los contratos de los estacioneros. Advirtió que esa “es una de las razones de los costos altos que tienen”.

Respecto a los combustibles, dijo que el debate está desenfocado “porque ANCAP se centra en reducir los costos en el margen de la distribución y de los estacioneros cuando debería enfocarse en los sobrecostos de nafta y gas oil, que tienen dos motivos, se usan encubiertos para subsidios y tapan ineficiencias”.

PRINCIPIOS CLAROS PARA FIDEICOMISO

Además señaló que la misma lógica se extiende al transporte público. Se subsidia el boleto del ómnibus en la capital, pero en vez de abaratarse a través de tecnología que substituya a los guardas, se carga un boleto más caro para mantener esos puestos.

Desde el punto vista técnico, expresó que los recursos recaudados a través del sobrecosto de los combustibles deberían ser establecidos de acuerdo con principios claros y un protocolo, ser calificados como IMESI y ser vertidos luego a rentas generales.