La diferencia de precios entre las naftas y el GNC sigue aumentando las expectativas del sector. Según empresarios las garantías de abastecimiento que presenta el gas permiten ventajas significativas frente a los combustibles líquidos. El desafío es transformar el transporte pesado debido a la desaparición del gasoil común en el mercado local
A diferencia de lo que ocurre con las estaciones que venden combustibles líquidos, en decadencia por la baja rentabilidad del negocio, las expendedoras de GNC analizan un futuro próspero debido al crecimiento en las ventas y el libre margen de maniobra que tienen para fijar el precio del metro cúbico. En lo que va del año cerraron muchas bocas que vendían naftas pero se han abierto numerosos comercios para dedicarse al despacho de gas.
Los precios de los combustibles líquidos crecieron alrededor de un 25 por ciento en tan solo un año agrandando la distancia con el GNC. Bajo estas condiciones las conversiones de vehículos treparon a las 14.000 unidades mensuales y se espera que siga en esta tendencia en 2012, sobre todo por el ajuste que recibirá la economía local, producto de la crisis internacional y el ajuste social que anunció el gobierno nacional con la quita de subsidios a los sectores populares.
El presidente de
El gas es más competitivo para la economía y el transporte en general, hay mayor disponibilidad de reservas, y cuenta con una capacidad de distribución muy importante con casi 2000 bocas en todo el país, destacó. Para el empresario estas condiciones avizoran un futuro próspero.
Si bien Maranca explicó que el desarrollo de la industria del GNC no debe analizarse pura y exclusivamente en relación a los valores de los combustibles líquidos, reconoció que el marco actual es alentador. En este sentido, el titular de
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