La pandemia provocó una crisis inusual en el sector de las Estaciones de Servicio, muy por encima de otras actividades consideradas esenciales. Al respecto, el presidente de la Federación Argentina de Expendedores de Nafta del Interior, Alberto Boz, analizó para surtidores.com.ar la situación de las Estaciones de Servicio durante este año tan particular.

¿Cuál es su balance de año?

Cuando el año no anda bien, las instituciones trabajamos muchísimo. Y este año hubo baja actividad en ventas y una depresión del sector importante. Todo esto hizo que trabajemos mucho para darle una mano al sector entero y peticionar donde sea para tratar de revertir parte de la mala situación.

Arrancamos con una caída significativa de ventas, vendiendo sólo el 10 por ciento de lo que vendíamos el año pasado. Quedamos como actividad esencial pero inicialmente no quedamos dentro de la asistencia ATP del Estado. Después, por gestiones entre la Nación y la Confederación (CECHA) se logró. En julio llegamos a un repunte de ventas que se amesetó hasta hoy.

Las Estaciones de Servicio de ruta estuvieron con más ventas por la actividad agropecuaria; las de ciudad anduvieron peor.

En Provincia de Santa Fe, vimos un pico máximo y una salida de ese amesetamiento el pasado 8 de diciembre, donde hubo un fin de semana largo que ayudó a las ventas y de ahí no hemos vuelto a la meseta que teníamos, aunque seguimos a unos cuantos puntos de diferencia de lo que veníamos vendiendo pre pandemia.

¿De cuánto es la caída actual en Santa Fe?

El último valor oficial que tenemos es hasta noviembre. Es decir que la mejora que percibimos del primer fin de semana largo del mes todavía no está computada. Hasta noviembre, según la información de la Secretaría de Energía de la Nación, las Estaciones de Servicio de ruta estuvieron rondando entre el 80 por ciento y el 84 por ciento en promedio y las de ciudad el 75 por ciento de ventas respecto al mismo mes del año anterior. Hay que aclarar que el 2019 fue un año malo para el sector estacionero.

Entonces perder un 20 por ciento de ventas nos pone en una situación muy complicada, más teniendo en cuenta que nos sacaron el plan de ayuda del ATP.

¿Cómo están las Estaciones de Servicio santafesinas?

No registramos cierres por la pandemia. Sí hubo algunas que cerraron pero otras nuevas que abrieron, por lo que la cantidad de bocas son más o menos las mismas que habían antes de la llegada del COVID. Pero eso con la asistencia del Estado.

Ahora, sin esa asistencia y sin haber recuperado los volúmenes de venta, tendremos una situación complicada y todo un desafío institucional para trabajar en el 2021, viendo qué acciones se pueden ir tomando en defensa del sector para no tener que despedir personal o sufrir el cierre de bocas.

¿Cuáles han sido las gestiones más destacadas de FAENI de este año?

Se puede mencionar las gestiones para que ingresemos al ATP, el acceso a los créditos a tasa 0 del Estado, que en un primer momento no salían, y el diálogo permanente con las petroleras, que permitieron que podamos tener una participación intermedia frente al Gobierno.

¿Cómo fue el diálogo con las autoridades?

Con el Gobierno nacional fue bueno, sobre todo en los primeros meses de pandemia. Pero después ese nivel de contacto se fue perdiendo en estos últimos meses. Pero el orden nacional fue mucho mejor que el provincial. Uno suele estar más cerca del funcionario provincial pero lamentablemente eso no se dio en Santa Fe.

Esperábamos mayor contención de la provincia en cuanto al pago de Ingresos Brutos y otras cuestiones pero lamentablemente eso no se dio.

Por otro lado, se trabajó mucho con la EPE (Empresa Provincial de la Energía) para lograr la refinanciación de las facturas (eléctricas) a una tasa acorde. Costó mucho pero se logró.

Pensando en 2021, algunos dicen que enero y febrero serán meses buenos para el expendio de combustibles. ¿Cuál es su impresión?

Habrá que ver cómo impacta el movimiento turístico. Hay buenas expectativas pero también uno tiene esperanzas que este mismo turismo sea responsable frente a la posibilidad de un rebrote. Hoy la sociedad no sé si se animará a volver fases para atrás por aumento de casos por COVID y lo que uno no quisiera es que eso pase porque tiene consecuencias directas para la economía.

Se espera que para el 2021 haya un crecimiento, pero habrá que ver de qué crecimiento se habla, porque si el PBI crece un 5 por ciento después de una caída del 15 por ciento, no es positivo. Creo que no hay que atarse a esos números y sí mirar los volúmenes de venta, que son los reales.

Amén a una posible suba en las ventas por el turismo, ¿cree que hay un marco de nueva normalidad que llegó para quedarse con esta pandemia, con caídas en ventas del 20 por ciento de combustibles?

Vemos que hay cosas que no van a volver a ser presenciales al 100 por ciento porque se han visto reemplazos con todas estas plataformas virtuales. Pero otras actividades, como la escolar u oficinas como las del Poder Judicial, van a tener que volver y eso dinamizará el sector nuevamente.

Además, si hay una reactivación general de la economía, todo eso se va a manifestar en un aumento del volumen de despacho de combustibles.

¿Cuál es la gestión que tratarán con más urgencia en este 2021 que entra?

Seguiremos batallando con el tema de los cobros por los pagos con tarjetas de débito y crédito, bajando el porcentaje y la demora de pagos. Además se nos ha sumado el pago con QR, que las comisiones son peores que las de las tarjetas de crédito, llegando al 2 por ciento, cuando estábamos en el 1 y 1,5 por ciento.

Hay que pensar que las Estaciones de Servicio tenemos un porcentaje de ganancia de un 6 a un 10 por ciento bruto, y que de eso nos saquen un 2 por ciento es mucho.