Andrés Repar, ex vicepresidente del Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) e integrante del Instituto de Energía Scalabrini Ortíz (IESO) afirma que la visión del ministerio es muy ideológica y vinculada al esquema hegemónico de líquidos. “El Ingeniero Aranguren siempre fue un vendedor de combustibles”, dispara.
Según los referentes del sector, 2016 fue uno de los peores años de la industria del GNC. Apuntan al brutal aumento de las tarifas aplicado al gas vehicular que impactó en su precio final acercándolo a las naftas y provocando su declive en la preferencia de los automovilistas.
Este conflictivo escenario fue analizado en exclusiva por ex vicepresidente del Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) e integrante del Instituto de Energía Scalabrini Ortíz (IESO), Andrés Repar, quien brindó su opinión a surtidores.com.ar sobre el desarrollo del mercado relacionado con el GNC.
“Considero que el año 2016 el gobierno ha tenido una clara política de desalentar al GNC. Tanto por la frustrada resolución 28 del 31 de marzo del 2016 como por el tarifario del gas del 1 de octubre”, afirmó.
“Para que el GNC pueda desarrollarse es necesario que el precio en las estaciones de servicio se halle en el entorno del 30 al 40 por ciento de las naftas súper (1,80$/l). Y ello también se explicita en el precio del gas para las estaciones de GNC que ante un precio del crudo interno de 60U$/bbl se lo ha ubicado en un valor de 4,5U$/MMBTU, es decir 0,166U$/m3 cuando debería estar en los 0,14U/m3 (2,244/m3) pues las naftas ex destilería se halla en 0,44$/l. Ello hubiera determinado en el caso del ultimo tarifario un valor de 6,5 $/m3 de GNC un valor aceptable. Sin embargo por los desmanejos, el GNC terminó costando en el orden de 9 es de decir un 20 por ciento de su valor razonable”, explicó.
¿Cómo impactará este cambio en la industria?, lo consultó surtidores.com.ar. “La visión del ministerio es muy ideológica vinculada al esquema hegemónico de líquidos (el Ingeniero Aranguren siempre fue un vendedor de combustibles, su presencia mediática siempre fue por precios de naftas y gas oil muy pocas veces se adentró en planificación energética). La opción por los líquidos como el corazón del negocio deriva en un desaliento en el consumo de gas natural por precios o por disminución de la producción (se han quitado 33 equipos de perforación en YPF mayoritariamente vinculados a la extracción de gas morigerando la actividad estratégica de Vaca Muerta donde el incentivo de 7,50 para le shale gas se diluye en 2018 y 2019)”.
Agrega que vale la pena indicar que Bolivia posee reservas comprobadas 400.000 mill de m3 además de importantes reservas probables y puede destinar otros 20 mill de m3/día a la exportación. “Argentina para asegurarse (como lo hizo Petrobras hace casi 20 años podría comprar algún yacimiento importante en el sur Bolivia (Caipipendi) y ello posibilitaría una transición hacia la extracción de shale gas por varios años muy acotada. Los 20 millones los transportaría el gasoducto del NEA a cargo de Enarsa que podría terminarse en un par de años. Ello posibilita otro mercado para el GNC en el NEA. ( y también comprar menos barcos carísimos de GNL a la Shell u otra corporación naval)”, opinó Repar.
¿Analiza que en este contexto es viable la instalación de nuevas estaciones?, insistió este medio. “Si se lograra una relación de precios del GNC en 30 por ciento del precio de la súper es posible pensar en una relativa reactivación de las conversiones”, admitió. ¿Y cuál es su opinión acerca de las medidas implementadas por el Gobierno? “Medidas desprolijas sin conocimiento de las enorme sensibilidad que tiene el gas en la economía argentina”, disparó el especialista. “No es el cuadro de ventas de combustibles de los países anglosajones donde las fluctuaciones son aceptadas la población; en la Argentina lo que sube nunca llega abajar y ello determina una cultura donde no existe ningún mercado por mas imperfecto que sea”, sentenció.
“Hoy ya gran parte de la industria local pide que el precio del PIST no sobrepase los 3U$/MMBTU en línea con el precio de países productores de América pero el precio que impone Aranguren ya está 50 por ciento por encima de ellos. Asumimos que estar conectados al mundo es ser competitivos en el precio del gas, que también es un rubro estratégico”, concluyó Repar.
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Es evidente que este gobierno con Aranguren a la cabeza, quiere que la gente consuma nafta, sin importarle los $30000 millones anuales que ahorra la gente y lo vuelca al consumo como ser unas minis vacaciones, ropa, etc, pero no tienen en cuenta el factor social de este combustible, dado que en el interior, al no haber medios de transporte entre pueblos, es la unica manera que tiene de moverse un docente, un obrero, pero evidentemente a ellos les importa solamente Shell, sino, como se explica los elevados costos del gas que le compramos a Shell?? Como nos decepcionaste Mauricio
Para entender que es el fracking y el shale gas,
es recomendable ver el documental Gasland:
https://vimeo.com/75524062
La política es clara y coherente: eliminación de los subsidios. ¿Para qué queremos tener precio de venta de GNC subsidiado si luego lo pagamos entre todos con inflación o elevados impuestos? En los países donde el GNC no es subsidiado el precio de venta al público suele ser más alto que el de los líquidos.
Respecto a Bolivia; no es cierto que tenga acreditadas tales reservas. Ni siquiera puede cumplir el contrato actual con Argentina. Y Bolivia le vendió a la Argentina con el Gobierno anterior hasta a más de 11 dólares por MMBTU.
Los barcos caros se pagaron con el gobierno anterior, hasta más de 18 dólares el MMBTU puesto en puerto. Desde la nueva gestión está en el rango de 4,5 a 8 dólares el MMBTU. Las licitaciones por GNL son públicas y abiertas; si algunas las gana Shell (menos del 30%) es porque es el que tiene la principal flota y es el principal comercializador de GNL en el mundo y sus precios resultan más baratos que los de la competencia.
Si van a informar, informen bien y no desde una posición ideológica.
El Ingeniero Repar brindó un certero diagnóstico sobre la actual situación del GNC. Hay que recordar que Nueva Zelanda fue pionero en la industria del GNC. Por diversas razones desapareció. El GNC ya es historia en ese país insular.
Si Aranguren continúa con esta política y no se hace nada por cambiarla corremos el riesgo que pase lo mismo que en Nueva Zelanda. Se lo hicimos saber personalmente. Solo nos dijo que era nuestra opinión.
Confío que todas la Cámaras empresarias del sector tomarán acciones destinadas a revertir esta situación.
Es indudable que este Gobierno le entregó el manejo de la Energía a los interesas petroleros y por ende los funcionarios que derivan de esos intereses operan desde el mas alto poder en favor de los mismos. Todo aquello que compita con el petroleo será combatido. El GNC, Los Biocombustibles (no se si se atreverán a combatir la eliminación de las bolsitas de plástico de los supermercados). Si el presidente Macri no toma el toro por las astas estamos en el horno. El GNC se pergeñó durante la dictadura, lo inauguró Alfonsin, creció con Menem y se consolidó con los sucesivos gobiernos. Ahora el gobierno supuestamente desarrollista de Macri, que habla de crear puestos de trabajo de calidad está destruyendo no solo el combustible sino tambien a una industria desarrollada que exporta productos tecnologicos y con alto valor agregado. Debieran los sectores involucrados unirse en defensa de este avasallamiento.