Por plazos y comisiones
Si bien generan mayores opciones para el consumidor de combustibles y colaboran con las estrategias de marketing asociadas a las promociones de descuentos, las expendedoras insisten en que el Estado considere una tasa diferencial para el rubro debido al gran porcentaje de impuestos que implica la venta de naftas.
Recientemente se dieron a conocer datos oficiales sobre el incremento de la utilización de las tecnologías digitales para las transacciones comerciales, que durante la pandemia creció un 32 por ciento.
Ese índice es aún más significativo en el sector de expendio de naftas, debido a los montos abultados que implica llenar un tanque, lo que llevó a consumidores a agilizar el uso de billeteras electrónicas y a las petroleras, por su parte, a agudizar el ingenio para atraer nuevos clientes.
En lo referente al débito o transferencia, cuyos valores se acreditan directamente en las cuentas de los operadores de combustibles, hay un consenso general sobre los beneficios que trae para cada estacionero, ya que evita manejo de efectivo y acrecienta sus posibilidades de captar más consumidores, junto a un seguimiento on line de la transacción.
Pero la postura es contraria cuando dichos pagos se efectúan con tarjeta de crédito o mediante el uso de QR asociado al plástico, porque corren comisiones y plazos de acreditación perjudiciales para la operatoria.
“La problemática que tenemos planteada en los tribunales comerciales desde 2018 contra la posición dominante de las entidades crediticias emisoras de tarjetas, se profundizó a medida que avanzan las nuevas tecnologías de pago”, dijo a surtidores.com.ar, el presidente de la Federación de Expendedores del Interior Alberto Boz.
Detalló que “con los plazos extensos de acreditación y las altas comisiones que nos cobran los bancos y las plataformas de billeteras electrónicas, el dinero que nosotros generamos por cada venta con crédito, nos causa gran perjuicio sobre el capital de trabajo que circula por el sistema económico antes de llegar a nuestras cuentas”.
Explicó que mientras esta rueda gira por fuera de los activos de las Estaciones de Servicio, el empresario debe seguir honrando el pago de impuestos y sueldos, así como depositar en las cuentas de las petroleras el dinero necesario para el reabastecimiento de producto.
Es decir que se trabaja con pagos al día y ganancias a plazo, una ecuación que genera pérdida constante de capital, a pesar de haber vendido el combustible en tiempo y forma.
Finalmente llamó al Estado a cumplir con su cometido de estar presente en lo que significa una actividad que brinda empleo a más de 55 mil familias, porque declaró que no se puede tributar la totalidad de la facturación cuando el 60 por ciento de cada venta son impuestos.
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