Solo margen de utilidad
Los dirigentes del sector están preocupados por la carga impositiva que sostienen en las operaciones comerciales, especialmente con los Ingresos Brutos y el denominado “impuesto al Cheque”. Pedirán que se aplique el nuevo código civil y comercial sancionado en 2018.
La urgencia que impusiera este año la aparición de la crisis sanitaria de Covid 19, dejó a las Estaciones de Servicio con una serie de temas postergados que hacen a la rentabilidad y al normal funcionamiento del sector.
No es nuevo el reclamo de los empresarios por la sobreimposición de impuestos a nivel nacional, provincial y municipal y en este contexto, Manuel Pérez, presidente de la Cámara de Expendedores de la Provincia de Salta, detalló los inconvenientes que esto genera en el sostenimiento de los negocios.
En diálogo surtidores.com.ar, el titular de CESECA, adelantó que uno de los primeros trabajos que elevará a las autoridades nacionales el año que viene es el de pedir que se incluya a las Estaciones de Servicio en el Artículo 1502/11, el cual define el concepto de concesión, aplicable a los contratos que tienen con las petroleras.
“Se refiere a que la rentabilidad está dada por la comisión o margen de utilidad y es este concepto el que deberían grabar las provincias con Ingresos brutos”, expresó.
En ese sentido, recordó que hay una diferencia “nociva” para quienes se dedican a la venta minorista de combustibles: “Es preciso equiparar a las Estaciones de Servicio que venden en consignación de las que lo hacen a través de la reventa”, dijo.
Detalló que el problema es que “la red YPF que vende consignado, solamente paga ingresos brutos por la comisión, mientras que las demás expendedoras independientes de las otras banderas deben asumir obligaciones impositivas por la facturación completa”.
Es decir que “si vendo 100 pesos de combustible, me quedan 10 por esa operación, pero debo pagar gravámenes por 100 pesos”, lamentó Pérez. Agregó que de esta manera, no se cumple con el código reformado y las Estaciones de Servicio pymes cargan con todos los costos que deberían asumir las petroleras.
Por otra parte, recalcó que insistirán con la devolución de los saldos a favor que se generan por esta modalidad de ingresos brutos, ya que influye sobre el capital de trabajo y es dinero que le corresponde al estacionero.
Otro tema que parecía olvidado, pero que con el crecimiento geométrico de las compras de naftas con medios electrónicos, se acentuó es el impuesto a los débitos y créditos o impuesto al cheque.
“Es aquí donde los estacioneros estamos perdiendo mucho dinero de la escasa rentabilidad que nos queda, sumado a las bajas ventas por la pandemia”, comentó el referente salteño.
Agregó que “el costo del impuesto al cheque, sumado a las comisiones excesivas de las operaciones con tarjetas o medios electrónicos, afectando seriamente la liquidez y rentabilidad de las Estaciones de Servicio porque los clientes incrementaron el uso de estas modalidades de pago, en detrimento del manejo de dinero en efectivo”, sentenció.
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