Funcionarios de
Las distancias para cargar combustibles en el sur son muy extensas, especialmente si se trata de GNC. En Tierra del Fuego hay solo una estación de carga y obliga a los usuarios de la zona a utilizar líquidos para poder continuar viaje. Si bien en la región las naftas son más baratas, el diferencial de precios es tan grande que llevó al gobierno de la provincia a analizar la posibilidad de una energía alternativa que pueda solucionar el problema de abastecimiento para enfrentar los largos recorridos.
Esa elección es el GLP, que ha crecido notoriamente en los últimos meses por la instalación de un taller de conversiones en la capital de Corrientes, el segundo del país después del de Resistencia, Chaco. Según datos de
Alberto Osso, coordinador de GLPA en la dependencia oficial se mostró optimista por reconocer el avance que ha tenido el combustible. La creciente cantidad de consultas que llegan a su despacho son una muestra de las perspectivas positivas que presenta el sector. En este sentido, puntualizó que en el Noreste Argentino podría extenderse el uso del GLP, principalmente por la ausencia de gas.
Siguiendo de cerca los cambios que presenta el mercado, cada vez más empresarios fueguinos ven con buenos ojos el desarrollo de la actividad en su provincia, y analizan instalar estaciones de servicio de GLP. Según explicó Osso, la baja inversión inicial es una de los atractivos que presenta el negocio ya que no hace falta realizar grandes obras de infraestructura como las bocas de GNC porque el producto llega por camión, al igual que el gasoil y las naftas.
El rendimiento de un tanque del gas líquido de
Osso aclaró que el GLP aún está virgen en nuestro país y que las perspectivas de competencia se reducen a las provincias que tienen gas. No obstante, espera que la tendencia de crecimiento se mantenga, producto de las inversiones que se proyectan concretar, que aún permanecen en estudio.
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