Según revelan los últimos datos actualizados del Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) actualmente hay 1933 bocas de carga de GNC operativas y en funcionamiento. En enero, existían 1974, lo que significa en una pérdida de 41 locales en lo que va del año.

En mayo, justo luego de la actualización del cuadro tarifario del gas en boca de pozo que aplicó el Ministerio de Energía y Minería que llevó el precio del metro cúbico en surtidor a un promedio de 10 pesos, se produjo la mayor sangría: 37 comercios bajaron las persianas.

En 2016, en Mendoza el saldo negativo fue de 8 usuarios; en el resto de los distritos no se registran cambios abruptos. La Rioja, por el contrario, sumó 3 bocas, al pasar de 5 a 8 entre enero y julio de este año.

Córdoba mientras tanto se mantuvo en 254; Santa Fe sumó 2 empresas; y Capital Federal perdió un punto de expendio, al igual que Catamarca.

La extensa provincia de Buenos Aires, que concentra el 43 por ciento de los puestos existentes en la plaza con 849 locales, fue de acuerdo a las estadísticas la zona más afectada por los aumentos de costos que se vivenciaron este año en el negocio.

En principio, en este territorio se sintió con fuerza la caída del consumo al público, que según la información de las cámaras del rubro fue del 10.14 por ciento en agosto respecto del mismo mes del año anterior.

Pero también afectó la exención impositiva del Impuesto a la Transferencia de los Combustibles (ITC) y de la Tasa Hídrica, en el centro y sur del país, lo que generó una diferencia de los precios en surtidor con las localidades lindantes de Buenos Aires.

Los camiones y viajeros, esperan para llegar a La Pampa u más lejos para hacer la carga completa del tanque. La demanda mermó para algunos expendedores en más del 30 por ciento.